Ayudar a nacer, una gran responsabilidad de las parteras profesionales imagen

Existe una nueva generación de parteras profesionales que combinan los métodos ancestrales con los conocimientos modernos y universitarios.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

La partería es una de las carreras más antiguas del mundo y que existe en muchas comunidades, por lo que se está formando una nueva generación de mujeres parteras, que puedan combinar los conocimientos ancestrales con las habilidades modernas de la salud.

Una partera es una profesional que se ha formado para atender todo lo que tiene que ver con la salud sexual y reproductiva de las mujeres. Abarcan la ginecología rutinaria, la planificación familiar y todo lo que es el cuidado del embarazo, el parto y posparto, acompañando las mujeres en las necesidades que tengan a lo largo de su vida.

Trabajan muchas terapias alternativas y medicina natural, intentando utilizar las herramientas que la misma comunidad ya tiene para reducir los costos y cuidados en la salud, dando mucha información del buen vivir y de una manera más saludable.

Así que fue con esta base que nació el proyecto de un técnico universitario que avalará la partería en Guatemala. La idea es tener parteras con conocimientos y habilidades para las comunidades que no tengan acceso a un centro de salud cercano y les permita garantizar una adecuada atención en los casos que lo requieran.



Cortesía Asociación Corazón del Agua


Cortesía Asociación Corazón del Agua


Cortesía Asociación Corazón del Agua 

El 5 de mayo se conmemora el Día Internacional de las Parteras

Siendo una partera

Gabriela Meléndez es directora de la Asociación Corazón del Agua y coordinadora académica de la carrera en Partería Profesional de la Universidad Galileo. Su experiencia como partera comenzó cuando iba a convertirse en mamá. “Antes me dedicaba al cine y producción, me embaracé y comencé a informarme de las opciones que tenía para mi parto y cuidar todo mi embarazo. Ahí conocí a la partera con la que aprendí después”, relata.

Se decidió a estudiar enfermería para poder empezar a tener más información y bases científicas, y en el transcurso surgió la opción de hacer un proyecto para crear la escuela en abril del 2013. “Desde el inicio pensé que esto tenía que ser un poco más formal, y nos dieran la posibilidad de darnos ese reconocimiento legal y social que poco a poco esperamos que siga creciendo”, comenta Meléndez.

El proyecto se inició con un grupo de 25 mujeres becadas de diferentes comunidades como Huehuetenango, Totonicapán, Quetzaltenango, Sololá, y también de Ciudad de Guatemala. El objetivo era poder formar parteras profesionales con conocimientos, actitudes y habilidades que les permitieran brindar atención en salud sexual y reproductiva a nivel comunitario, además de darle a la beneficiada la opción de decidir la manera o la experiencia de vivir su parto mientras la partera la acompaña durante este proceso.

Según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Población, las parteras que han recibido una adecuada formación pueden ayudar a reducir la mortalidad maternal y neonatal hasta un 66 por ciento.

Es necesario que cada mujer que decida la manera de llevar su embarazo y parto, a la vez se informe y sepa qué es lo que debe esperar durante este tiempo, cuáles son las cosas que pueden ir mejorando, su nutrición, cómo irse preparando para ese momento y, sobre todo, tener un plan de parto.

Las parteras certificadas han aprendido toda la fundamentación científica de las cosas y trabajan como tal desde la evidencia científica, para ir rescatando las tradiciones y costumbres que son buenas para la salud de las personas y que tienen también un fundamento científico.

La experiencia de ser partera es única, es un trabajo muy enriquecedor que te llena de muchas emociones y alegrías. Pero también es una responsabilidad muy grande, ya que hay procesos difíciles. “La vida de las mujeres no siempre es color de rosa, y como parteras nos volvemos amigas y aliadas. Hay personas que han venido con nosotras y siguen su planificación familiar aquí y si se vuelve a embarazar sigue con nosotras su siguiente parto, estableciendo una relación a lo largo de la vida”, asegura Meléndez.



Cortesía Asociación Corazón del Agua


Cortesía Asociación Corazón del Agua 


Cortesía Asociación Corazón del Agua

No hay parteras iguales, por lo que cada una tiene su modo y manera de trabajar, pero querer dedicarse a esto tiene que salir de su corazón, sin dejar nunca de aprender. No es que la partería venga a desaparecer los partos en los hospitales, sino es dar a las mujeres más opciones de dar a luz y en sus propias condiciones.

Fuente: Gabriela Meléndez, directora Asociación Corazón del Agua y coordinadora académica del Técnico Universitario en Partería Profesional con Enfoque Intercultural de la Universidad Galileo. Facebook: Asociación Corazón del Agua y Técnico en Partería Profesional con Enfoque Intercultural. Teléfonos: 22302523 / 22211144. www.galileo.edu 

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