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Durante más de 12 años fue la niña bonita de la comunidad internacional y le dieron a manos llenas, muy llenas. Millones de quetzales, convertidos de euros o dólares, la nutrieron y la transformaron en una fuerza social contra la que pocos se querían enfrentar.




El nombre de su director, se convirtió en sinónimo de lucha y sus siglas en el terror de los inversionistas. Una carta con el encabezado de CALAS y la firma de Yuri Melini, eran suficientes para robarle el sueño a cualquier empresario.

Pero hoy la “Niña Bonita” se desquebraja, desde lo más profundo se rompe y nada ni nadie puede salvarla. Y no es menos, sus dos figuras más polémicas están enfrentadas.

Yuri Melini, ex director del Centro de Acción Legal Ambiental y Social de Guatemala y Rafael Maldonado, ex abogado de la entidad.

Maldonado y Melini hicieron que CALAS se convirtiera en el modelo de ONG para países como el nuestro. Fondos de Europa, Estados Unidos y cualquier organización que apoya la lucha en pro del medio ambiente, nutrieron sus cuentas.

Pero asuntos personales, enfrentaron a las dos figuras. “El problema entre ellos (Melini y Maldonado) nada tiene que ver con CALAS, es más un asunto personal y desgraciadamente nos salpicó”, asegura el actual abogado de la entidad.

Todo comenzó en mayo

Terminaba mayo y la noticia al interno de CALAS se confirmaba, Yuri dejaba la dirección de la institución. Los siete empleados entraron en pánico, ¿Quién ocuparía el cargo y bajo qué condiciones seguiría trabajando CALAS?

La incertidumbre se apoderó de todos, pero alguien vio una oportunidad y consideró que la salida de Melini era su chance de hacerse de la dirección. Melini dejó el cargo, abandonaba a su niña y la dejaba desamparada.

“Sin nombramiento, sin ser contratado como tal, Rafael Maldonado se autoproclamó amo y señor”, asegura el abogado. La negativa de los colaboradores a reconocerle como tal, desató la furia de Maldonado. Y así comenzó la época más oscura en la casa de la Avenida Mariscal donde se finca el colectivo.

Según una denuncia presentada por Anabella Barrios, directora de CALAS, Maldonado habría incurrido en agresiones e intimidaciones en su contra. “Aquí nos gritaba, humillaba y trataba de hacer lo que se le viniera en gana”, recuerda una colaboradora. Acusaciones que Maldonado ha calificado de falsas y de un abuso del sistema por parte de la agraviada. Lo cierto es que hoy Maldonado no puede acercarse a las oficinas de CALAS y menos a Barrios, por una orden judicial. 




La situación llegó al límite y tanto empleados como directores tomaron una decisión, “si CALAS seguiría, no lo haría de la mano de Maldonado”. Y por tal razón, el 17 de julio la directiva decidió no renovar su contrato como coordinador del área político legal.

El comunicado de la discordia

En un comunicado, CALAS hacía público que rompía sus nexos con Maldonado y este no tardó en manifestarse. ˝Derivado que denuncié casos de fraude y malversación de fondos por parte de @yurimelini y miembros de la Junta Directiva de @CALASGT Hoy estando de vacaciones me notifican que ya no soy parte de CALAS”. Lo cual resulta extraño para el abogado, pues Maldonado facturaba para la entidad, por lo que habría que revisar las condiciones del contrato para ver eso de las “vacaciones”.

Y así una guerra de comunicados ha inundado las redes sociales. Donde uno acusa al otro y la credibilidad de la entidad recibe los embates.




Rafael Maldonado el comisionista

El proyecto Mina San Rafael se constituyó en uno de los mecanismos de desarrollo para la economía nacional. Algunos lo favorecían, mientras que otros como CALAS lo aborrecían.

Fue entonces que vecinos de San Rafael Las Flores, Santa Rosa, evidenciaron la doble moral con la que el personal de CALAS operaba. Por un lado, exigían el cierre de la mina, mientras que, por el otro, Rafael Maldonado, entonces asesor legal de CALAS, cobraba comisiones a los habitantes para lograr un mejor precio de venta de sus terrenos a la empresa minera.




¿Qué es CALAS?

Es una ONG dedicada a temas ambientales y sociales que ha tenido una fuerte presencia en muchas áreas de Guatemala. Sistemáticamente ha manifestado su oposición a los proyectos de minería, hidroeléctricos y monocultivos. Para ello, ha dispuesto de fondos de diversos lugares. Una de ellas es OXFAM que fue vinculada con abusos sexuales en Haití y donde su representante en Guatemala, Juan Alberto Fuentes Knight fue encarcelado y ligado a proceso por el millonario desfalco de US$35 millones para el sistema de buses Transurbano.










CALAS se constituyó legalmente en el 2000 y fue inscrita en el libro de Organizaciones no Gubernamentales Conservacionistas de la Secretaría Ejecutiva del CONAP en 2010.

Según el abogado que ocupa el lugar de Maldonado no son los mejores días para CALAS. Denuncias de violencia contra la mujer, fraude y malversación empañan a la ONG.

Por si fuera poco, “Maldonado dejó todo y ahora no sabemos en qué situación están los procesos legales”.

Juicios, audiencias y vistas públicas tiene fechas programadas, pero nadie sabe con certeza cuáles son. Hoy CALAS se rompe desde lo más profundo, todo por el desacuerdo en una relación, que trascendió de lo personal a lo laboral.




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