Tom Brady es una ¿leyenda? imagen

¡Tiempo fuera! ¡Tiempo fuera! La columna de Allan Martínez está aquí, el vistazo crítico y mordaz que necesita para iniciar su viernes .

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Parece que todo quedó resuelto en el Superbowl LI. Brady calló todas las bocas posibles y se ubicó arriba de todos los mariscales de campo de la historia con cinco anillos de campeón en la mano. Una remontada histórica en una final de NFL. Nadie, ni siquiera los dioses más grandes como Terry Bradshaw, Joe Montana o Troy Aikman, han logrado regresar de un déficit de 25 puntos en el último período a 8 minutos de finalizar el tiempo regular.

Será la final más recordada en mucho. Los Halcones habrán aprendido que no es bueno jugar a nada y conformarse con una ventaja de 25 como para los Patriotas por la titánica remontada; algo que ningún equipo ha hecho en 50 años.

La victoria de los Patriotas tuvo momentos claves. Quizá el más notorio es que Brady no dejó entrar a la ofensiva de Atlanta en el último cuarto y se adueñó del campo y del juego. Aquí algunas cifras: Nueva Inglaterra estuvo en el campo 40:21 min. mientras que los Halcones una mísera 23:27 min de tiempo, un error de principiante. Es una certeza que: equipo que no sabe jugar el reloj y anota rápido pierde, y esa regla se aprende solo con el dolor de la crucifixión.

Otra estadística es que los Halcones solo tuvieron 17 primeras oportunidades mientras que los patriotas 37. Su eficiencia en tercera oportunidad fue del 50% mientras que Atlanta solo concretó una vez.

Brady completo 43 de 63 pases, mientras que Ryan tuvo números de principiante con 17 pases completos de 23. Al final fue Nueva Inglaterra el que quiso más el trofeo y lo consiguió. Brady reescribió el juego. Borró a todos los grandes mariscales en los últimos 8 minutos. Dibujó en el colectivo imaginario de ayer, hoy y siempre que él y solamente él, es el más grande de todos los tiempos.



Fotos: Sport Illustrated

No lo compro señor árbitro

Yo no me creo esto del mejor equipo y del mejor mariscal. Aclaro que esto no sale expulsado desde un profundo desasosiego o mero encabronamiento. Desde hace ya varios años no creo que Nueva Inglaterra sea hoy, la gran dinastía que muchos creen que es, después de 40 años durante los cuales fueron el hazmerreír de la NFL.

La final de conferencia del año pasado, donde los Patriotas enfrentaron a los Potros de Indianápolis, fue una FARSA con la polémica comprobada que los jugadores de Nueva Inglaterra desinflaron los balones con los que jugaban.

Según la investigación cada uno de los equipos jugaron con sus balones en sus respectivas ofensivas y antes que iniciara el partido los árbitros revisan todos los ovoides para detectar alguna irregularidad, pero mientras sucede el partido no los vuelven a revisar. Así fue como los patriotas desinflaron su balones para tener un mejor agarre del balón en condiciones frías. Recordemos que aquella final fue de noche en condiciones heladas.

La respuesta del comisionado Roger Goodell ante el “deflategate” como le llamó la “midia gringa” fue una “alcahuetada”; un chiste muy malo. Brady fue suspendido 4 partidos en la siguiente temporada y “sufrió tanto”. Las reglas de la NFL no contemplan algo tan serio como una descalificación o quitarles el título de campeones de la AFC a los Patriotas y menos ponerles una manchita en las estadísticas, porque también ganaron el Superbowl contra Seattle.

Es impensable que no ganen algo más ahora que está Donald Trump como presidente de EE. UU. al ser fanático de este “equipejo” y amigo cercano de Tom Brady; a quien imagino jugando hasta los 45 años con tres anillos más, mínimo.

Las teorías de conspiración respecto al cartel de la cadena Fox en donde anunciaba que “Los Patriotas ganan el Superbowl por un touchdown en tiempo extra” (video que circula en Youtube), es frágil, depende si sabés leer bien o no. Otra señal que me incomodó es que varios jugadores de los Patriotas tenían rotas sus camisetas de tantos jalones y aun así, los dejaban jugar cuando la regla lo prohíbe y lo castiga.

No es la primera vez que se dice que un Superbowl fue arreglado. ¿Se recuerdan de Bubba Smith? Sí, Hightower de Locademia de Policía. Antes de ser actor era jugador de futbol americano y escribió un libro en el que decía que el Superbowl III fue arreglado. Aunque no tuvo evidencia alguna para probarlo, sí dijo que “algo no funcionaba bien, los jugadores del equipo de los Potros de Baltimore estuvieron 5 veces dentro de la yarda 20 y no pudieron anotar ni una vez, ni siquiera un gol de campo”.

Otro detalle vago que confiesa es que se enteró de un “bookey” en Nueva York que arregló todo el juego. Sin embargo, no hay más evidencia tangible de que haya ocurrido. Incluso duda que los jugadores se hayan prestado para “tamaña estupidez”. Así son las teorías de conspiración solo dejan más preguntas que respuestas; alimentan el morbo y la frustración y cada vez, nos alejamos de un deporte que tanta alegría da.

Por último los árbitros y sus malas decisiones. Ejemplo: aceptar como válido el touchdown de James White cuya rodilla cayó en yarda 2 y los oficiales no quisieron revisar la jugada y realizar otra.

¿Ahora de qué vale alegar o saltar de la cólera cual pulga? Los patriotas ganaron y Brady, dicen los entendidos, es una leyenda. Así, y bajo esas circunstancias: JAMÁS LO ACEPTARÉ.




TIEMPO FUERA, EL BLOG DEPORTIVO DE ALLAN MARTÍNEZ




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