Millennials, ¿Qué onda con los videos de gemidos? | El Blog De Juan imagen

Los Millennials tenemos “Gemidofobia”; miedo a darle play a cualquier video o audio que pueda contener algún gemido. ¡Mantén tus precauciones! Entérate de esta fobia en #ElBlogDeJuan

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

No conozco a un solo Millennial que, como yo, no haya caído en la cruel y peligrosamente creativa broma de los gemidos. Ya sea con un video o un audio, ya nadie está a salvo de los famosos gemidos. 

Así como la broma del “Negro de Whatsapp” (yo no le apodé así, fue la Opinión Pública Millennial) nos obligó a revisar cuidadosamente cada imagen que mandábamos y que nos enviaban, ahora los videos y audios de gemidos nos han obligado a tomar una dura decisión: ¿presionar play o no? Y si decidimos hacerlo, hemos de tomar todas las precauciones previas, que resumo en tres pasos fáciles:

Primero: analiza dónde estás

El lugar puede convertirse escenario perfecto para que su celular explote con los gemidos sexuales y atraiga miradas, risas y juicios ajenos. Si está en una reunión, en clase, en la Iglesia, en la mesa ¡NO PRESIONE PLAY! Son demasiadas las historias de personas que cayeron y tuvieron que explicar la broma a toda la junta directiva, la familia o al padre. 



Imagen: TheOpenMind.com

Segundo: controla el volumen de tu smartphone

Nunca falta quien cae en la broma y tiene el volumen de su celular en máximo, como si hubiera querido que los gemidos retumbaran hasta en las paredes de la vecindad. Los gemidos nos han obligado a presionar ese botón para bajar el volumen con mucha cautela y rapidez. 



Imagen: Hipertextual

Tercero: identifica al personaje que mandará la broma  

Como decía en mi blog anterior, en todo los grupos de Whatsapp siempre hay un payaso. Ese personaje, a quien apodé el “El payaso alias Memecreator” es quien, seguramente, le enviará todas las bromas posibles que incluyan gemidos. Así que cualquier video o audio proveniente de ete personaje, es mejor abrirlo tomando las precauciones anteriores. Pero el verdadero dilema está cuando esa persona que jamás te imaginaste que haría semejante broma, lo hace. He ahí el poder de la broma de los gemidos.




Si pudimos salir de la Negrofobia (miedo a ver cualquier imagen en la que pueda salir dicho personaje mostrando más de lo debido) también podremos salir de la Gemidofobia (miedo a darle play a cualquier audio o video en el que puedan escucharse gemidos). Tenemos que ser perseverantes. Y claro, si tenemos la oportunidad, nadie dice que no podramos vengarnos de quién nos hizo la broma por primera vez. 










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