EL PANORAMA ESCÉNICO. Por Guillermo Monsanto

La semana pasada describí, a grandes rasgos, el proceso que desemboca en lo que se entiende como el “hecho escénico”. Éste es un compromiso de fe que, sumando acciones, culmina con la temporada al público. Esfuerzo profesional, el de los artistas guatemaltecos, que es elogiable debido a los múltiples obstáculos que debe enfrentar. Entre ellos el malinchismo. Tanto los que hacen teatro de búsqueda, como los que no, dependen principalmente de un aforo para pagar los gastos y a los artistas (esto si no cuenta con un patrocinador). Por lo regular, el público posee, salvo excepciones puntuales, una escasa formación teatral. Por ende, dependiendo de su educación, enfrentan la dificultad que éste entienda, o no, la naturaleza de sus contenidos. De allí que las que no se fundamentan en la trillada plantilla cómica suelen llevar las de perder. Expresión que, si bien posee el mérito de entretener y atraer multitudes, suele resolver de manera elemental sus tramas. A menos contenido más regocijo y poca sustancia.


Entre los múltiples grupos que hacen teatro serio se encuentran compañías que fundamentan su labor desde cánones con altos estándares. “Escenarte” es un buen ejemplo de lo dicho. Esta productora, además de tener una academia que forma nuevas generaciones de protagonistas, ha despuntado en el medio por la complejidad de sus montajes. El más reciente, y del que subí fotos el jueves pasado y hoy, es “Macbeth” de Shakespeare. De verdad que se agradece, como parte de su auditorio cautivo, el riesgo que corren con lo que invierten en sus trabajos.


“Thriambos” es otra agrupación que suele ser muy activa. Sus creaciones más recientes cuentan con la dramaturgia del escritor emergente Milton González. También han adaptado, de otros autores, distintos libretos para adultos y niños con mucho éxito, algunas de ascendencia musical. En ellos es importante la seriedad y dedicación que llega ya a los quince años de actividad ininterrumpida. Su gestión es un ejercicio de constancia. “Thriambos” cuenta, también, con su propia escuela. En la actualidad trabajan un texto de Albert Camus llamado “El Malentendido” el cual tendrá una función especial el día 19 de agosto en “El Sitio”, en la ciudad de Antigua Guatemala.

“Actoris” presenta el día de hoy “Testosterona” en el teatro del Hotel Museo Casa Santo Domingo. Esta obra de Rebekka Kricheldorf pone de manifiesto el interés que el colectivo posee respecto a cierto tipo de contenidos con tramas menos obvias y una presentación visual peculiar. Esta compañía preparó su producto para un teatro específico que, a última hora, decidió arbitrariamente no facilitarles el espacio. Esto los ha obligado a migrar a distintos escenarios para poder sacar adelante su proyecto.

En el Lux se presenta Chicago. “Saravandah Producciones”, que cuenta con sala propia para sus propuestas, es una organización que ha enfocado su interés creativo hacia vistosos musicales. La inversión que implican sus montajes va de la mano con la integración actoral, coreográfica, musical y visual. El recurso técnico y humano se fusiona en beneficio de un hecho escénico bien constituido. Es inevitable no salir del teatro canturriando las pegajosas melodías.

No he podido acudir a la Universidad Popular a ver la oferta de Jorge Rojas: “Hombres de Maíz” de Miguel Ángel Asturias. Esta compañía, la más longeva del ambiente, presenta por lo general creaciones que revindican con preferencia la dramaturgia nacional. Hasta acá dejo un listado de sugerencias. No son todos los que son, ni los que están, pero suman en mi lista de recomendaciones.
