Guatemalteca diseña filtro que podría salvar los ríos del país imagen

En Guatemala, la contaminación de los ríos se ha incrementado con los años. Isabel, a través de su amor por la ciencia, busca reducir el problema.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Pasión

Graduada de química en la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC), Isabel Amorín, con tan solo 27 años, es la científica guatemalteca que diseñó un filtro con restos de crustáceos para desaparecer los colorantes en los cuerpos de agua.




Su entrega al área científica comenzó desde que Amorín tenía 5 años. Su padre fue quien la motivó para ser parte de ese interesante mundo. Comenzó como una simple curiosidad y hoy es parte de los guatemaltecos que buscan un cambio positivo para el país.

Todo comenzó en una investigación que surgió en la USAC, en la que Amorín participó en la feria científica de la universidad, quedando en el primer lugar del concurso. Esto la motivó a involucrarse en un proyecto mundial de agua y saneamiento, dirigido a jóvenes de países medios y bajos ingresos, organizado por la institución belga Young Water Solutions.

Participaron 400 jóvenes en total, y de ellos únicamente 14 fueron los seleccionados para emprender un viaje a Suiza y recibir un curso de cómo implementar proyectos y adaptar la tecnología a las comunidades, durante dos meses. Amorín recibió el apoyo económico de 5,000 euros, para financiar su innovador proyecto.

El filtro y su aporte




Guatemala es un país con una alta industria textil, la cual ha dejado por años varios colorantes en el agua, lo que ha ocasionado un incremento de contaminación en la misma. El filtro pretende eliminar entre el 92 y 95 por ciento de los colorantes en el afluente.

Del residuo de los crustáceos (langostas, cangrejos, camarones, entre otros) se obtiene una molécula que facilita la absorción de estos contaminantes.

De la cáscara del camarón se obtienen tres componentes principales, ellos son: el carbonato de calcio, proteínas y quitina. Al primero se le añade ácido, ya que este permite que el carbonato de calcio se pierda; luego, se eliminan las proteínas y se obtiene la quitina, la cual es modificada químicamente para conseguir el quitosano, de donde se obtiene el polímero. Este es despigmentado hasta absorber los colorantes.

Amorín comenta que el filtro puede ser utilizado para evitar que los tintes lleguen al agua de los ríos de una manera económica, ya que las tecnologías que existen para limpiar los colorantes del agua son sumamente caras.

Orgullo nacional

La creación de Amorín la ha llevado muy lejos. Ejemplo de ello es su participación en la tercera edición de “Ve + allá”, en la que presentó su proyecto “CrustaTec BioMar”. Entre las 67 propuestas, la de ella fue la ganadora.




Próximamente viajará también a Costa Rica para realizar una pasantía en el Centro de Investigación en Biotecnología del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC).

Este es uno de los proyectos que busca aportar al desarrollo científico 

Fuente: Soy USAC

Todas las noticias, directamente a tu correo

Recibe todas las noticias destacadas de Relato.gt, una vez por semana, 0 spam.

¿Tienes un Relato por contar y quieres que nosotros lo hagamos por tí?

Haz click aquí
Comparte
Comparte