Las medidas que han tomado las mujeres ante el acoso callejero imagen

A diario, cientos de mujeres sufren de un tipo de acoso callejero. Una mirada, un gesto y los “inofensivos” piropos, son solo pequeñas muestras de una realidad que muchos consideran normal.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

“Recuerdo clara esa ocasión. Me subí al bus, pero iba llenísimo. Yo usaba un vestido porque mi trabajo me lo exigía, no había lugar y me fui en la parte de atrás. De repente, sentí que un señor se pegaba mucho a mí y pensé que era por el tumulto, pero me di cuenta de que él empezó a bajarse el zipper y gracias a otro muchacho me di cuenta de lo que estaba haciendo. La gente lo bajó del bus, pero a mí me quedó ese trago amargo. Desde entonces, me voy en pants y en el trabajo me cambio”, dice Ana Contreras.

Caminar por las calles contra la vía, para que nadie te tome por sorpresa; llevar las llaves en la mano, para usarlas en caso de un ataque; cubrirte el escote de esa blusa que tanto te gusta, simplemente, porque es muy provocador, son algunas de las acciones imperceptibles que muchas mujeres realizan ante el acoso callejero.

“Es que las mujeres tienen la culpa por vestirse así”, es una de las frases que más se repiten, incluso, como una forma de justificación por parte de aquellos que consideran estos actos como inofensivos. “Que ya no puedas ni ir a la tienda de la colonia, sin que haya un tipo que te pase gritando mamacita o cosas así, es de que preocuparse”, indica Gina Vega.

Los lugares donde más se reportan los casos de acoso callejero, son: calles y avenidas, seguidas por el transporte público y estaciones de buses”, según el Observatorio contra el Acoso Callejero (OCAC).

El OCAC fue creado por cinco mujeres, en 2015. Desde entonces, trabaja para visibilizar el acoso sexual callejero en Guatemala y cambiar el discurso existente, para que se entienda que el fenómeno constituye otro tipo de violencia contra las mujeres y no un “piropo”.

Medidas extremas

En el hilo de Twitter, publicado por la usuaria @GabrielaA_Cruz, muchas mujeres comentan al respecto de las “tareas invisibles” que realizan diariamente para evitar el acoso y otros actos de tratos desiguales.

Aclararle a electricistas, mecánicos, plomeros, entre muchos otros, que no tienen que buscar a un hombre en la casa/oficina para explicar el servicio que están dando. Siempre aclararle al mesero que la cerveza es mía y la margarita es de mi novio o que yo voy a pagar, refiere la usuaria @susansofiabs.

Pensar en cómo saludar a un hombre, porque se puede imaginar cualquier cosa. Voltear agitadamente cuando caminas, por sentir que alguien te persigue. No conectar miradas con hombres, porque se pueden imaginar que una ya quiere algo. Y muchas más en mis diarios, resalta @Tagetes_sp.

Tener que responder si tienes “planeado embarazarte en el próximo año” en una solicitud de empleo. Sostener el celular, cubriendo el escote cuando vas en los elevadores (para las chaparritas), escribe @iv_twin.

Caminar con una mano cubriendo el pecho y la otra cubriendo las nalgas, cuando pasamos entre una multitud, manifiesta @15_damaris.

Yo soy mía, no tuya

Eugenia Cruz inició una campaña en torno al acoso callejero, con unas playeras con mensajes en contra de dicha problemática. “Tal vez si lees la t shirt que diga que no me acoses, no lo haces. Esa fue la idea de esta campaña”, señala. “Este año inicié a hacer yoga, y me queda cerca de mi casa. Yo pasaba caminando y me gritaban cosas que te ponen incómoda. Al final, lo que quiero es generar espacios de diálogo para que la sociedad entienda que el acoso no está bien y que no es algo normal”, agrega Cruz.

En cifras

Entre los reportes que se han recopilado en el estudio de la OCAC, las edades han ido de 11 a 63 años y los grupos de edad que más han reportado acoso son de 21 a 30 años para los hombres. Según los casos reportados, los hombres son quienes más realizan prácticas de acoso (95 por ciento), en relación con los casos registrados de mujeres acosadoras (5 por ciento).

El acoso callejero es reportado muchas veces, y típicamente sucede más de una vez al día y solamente el 20 por ciento de las personas reportan conocer la ruta de denuncia para el acoso. El acoso callejero en Guatemala aún no es un delito, pero puedes denunciarlo y colaborar con el trabajo de OCAC enviando tu caso de acoso callejero y tu testimonio.

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