A casi seis meses de su muerte, que para los conspiradores fue fingida, es difícil notar la ausencia del hombre fuerte de la Muni. Los jardines florecen, puede ser la lluvia, los trabajos de remozamiento continúan, estaban planificados y el caos vial de la urbe se mantiene.
Para la mayoría, el deceso del “señor Alcalde” dejó espacios para crecer tanto en la administración de la comuna como en la vida política del país. Pero, para otros mil efectivos, su muerte fue el principio del fin.
Se perdió la humanidad
Sus cinco períodos como alcalde de la ciudad, le ayudaron a conformar un equipo de trabajo que compartía su misma visión y objetivos. Obra, obra y mucha obra, ya fueran pasos a desnivel, jardinización, alumbrados, parques, señalizaciones, alguno que otro proyecto de agua potable y una fuerza policial comprometida con el orden y las multas.
Y es esta fuerza de agentes, la que hoy recuerda con nostalgia los días de “Arzú”. “Él podría haber sido de todo, pero con su gente sí se preocupaba y nos daba un buen trato”, recuerda uno de sus cascos blancos.
Hoy muchos agentes se quejan del abandono y la falta de equipo con el que deben salir a trabajar. “No tenemos todo el equipo necesario, pero no podemos dejar de salir a trabajar”. En tiempos de “don Álvaro”, esto no pasaba. Arzú era tan atento a todo que hasta la apariencia de sus agentes era importante.
“De repente, él pasaba por donde uno estaba asignado y le revisaba el uniforme. Veía que lo tuviéramos completo y si nos faltaba algo, preguntaba y si no era nuestra culpa, lo arreglaba”. Agente PMT
Para Carlos Sandoval, vocero de Tu Muni, la ausencia de Arzú es innegable. A casi seis meses de su deceso, en toda la comuna el personal lo recuerda, pero sigue comprometido con su legado.
“Él era alguien que hasta estaba pendiente de los chalecos de los agentes, no que el actual alcalde no lo esté, pero él nos dio el ejemplo a seguir”. Carlos Sandoval.
El “canchito” tenía don de gente
Los uniformados recuerdan con mucho cariño al que fuera su jefe. Unos por el interés que mostró en su bienestar laboral, otros por el apoyo que les dio en momentos de necesidad.
Contrario a lo que muchos creeríamos, el gran cacique tenía un lado humano, uno que solo sus más allegados y empleados podían ver. A algunos los conocía de nombre y sabía sobre sus vidas, penas, alegrías y gustos.
“Él se interesaba por nosotros, una vez hasta me ayudó con una enfermedad de mi hijo, me dio dinero para el tratamiento y días de descanso para cuidarlo”. Agente de la PMT
Hoy, los agentes de la PMT son los que más sienten la ausencia de Arzú, la sienten en el trato que reciben de parte de sus superiores. “No se preocupan por nosotros como lo hacía él”.
Lo sienten también en la falta de equipo y suministros para cumplir con su trabajo. “Hoy con esta lluvia imagínese que hay agentes que tienen la capa toda rota y algunos que ni tienen y ahí los ve trabajando bajo el aguacero”.
Primero fue la carrera de los 10K de la ciudad de Guatemala, donde la ausencia de Arzú se hizo evidente. Luego llegaron los 21K, donde la masiva participación de atletas dejó en claro que una ciudad todavía lo extrañaba. Ahora habrá que esperar el 24 de diciembre, en la Plaza Italia, donde una silla y un tamal quedarán a la espera del más amado y odiado residente del “Palacio de la Loba”.