🎧 La música como gimnasia cerebral
Escuchar música no es una simple distracción. Según la neuropsicóloga Lucía Crivelli, cada vez que suena una melodía en nuestros oídos, múltiples áreas del cerebro se activan al mismo tiempo: la corteza auditiva, el sistema límbico, regiones del lenguaje y la memoria… todas en sintonía.
“La música influye de forma directa en nuestro rendimiento intelectual y en cómo recordamos las cosas”, afirmó Crivelli durante una entrevista con Infobae en Vivo.
🧠 Emoción, atención y aprendizaje
Uno de los protagonistas del proceso musical en el cerebro es el sistema límbico, donde se gestionan nuestras emociones. Aquí intervienen estructuras como la amígdala y la corteza prefrontal, encargadas de procesar tanto lo que sentimos como lo que decidimos. Por eso, muchas veces una canción puede llevarnos directamente a un recuerdo específico, incluso si no la estábamos escuchando con atención.
Además, Crivelli explica que el cuerpo calloso, la vía de comunicación entre los dos hemisferios cerebrales, se activa intensamente cuando escuchamos música, lo que favorece la coordinación y el pensamiento creativo.
🎶 ¿Escuchar activamente o de fondo?
La forma en la que cada persona escucha música también importa. Hay quienes la usan como compañía durante actividades cotidianas, y otros que se sientan a disfrutarla conscientemente. Ambas formas impactan el cerebro, pero de manera diferente.
Una práctica interesante es la llamada escucha contextual: cuando asociamos una canción con un momento particular, esa canción queda anclada en nuestra memoria, casi como si fuera una cápsula del tiempo sonora.
📚 El lo-fi y su efecto en la concentración
Un género que ha ganado terreno, especialmente entre estudiantes, es el lo-fi. De ritmos lentos (entre 60 y 70 pulsaciones por minuto) y una textura algo “rugosa” y repetitiva, este tipo de música ayuda a mantener la concentración sin distraer al cerebro con letras o cambios bruscos.
Crivelli señala que el lo-fi favorece la retención de información al no interferir con el bucle fonológico, una función cerebral que usamos para memorizar palabras.
🎵 Tu adolescencia define tu soundtrack
¿Te has preguntado por qué sigues escuchando las mismas canciones que amabas a los 16? Crivelli cita un estudio de la Universidad de Cornell, realizado junto con Spotify, que muestra que la identidad musical se forma principalmente entre los 14 y los 29 años. La música que nos acompaña en esa etapa suele marcar nuestras preferencias para siempre.
Pero eso no es todo. La música que escuchaban nuestros padres también deja huella. Compartir playlists con mamá o papá puede fortalecer la conexión familiar y enriquecer nuestra cultura musical.
🎙 El poder de la música, todos los días
La entrevista completa con la doctora Crivelli fue parte de Infobae en Vivo, un espacio diario con noticias, entrevistas y análisis que puedes ver en YouTube.
Si te interesa entender cómo lo que escuchas afecta tu estado de ánimo, tu concentración o incluso tu forma de recordar, este tipo de conversaciones valen la pena.
En resumen: la música no solo nos acompaña, también nos transforma. Y cada vez que le das play, tu cerebro se pone en movimiento.