La industria cinematográfica es una de las más ostentosas en todo el mundo, solo en 2016 logrÓ tener una taquilla superior a los US$38 mil millones a nivel mundial.
Solo en Estados Unidos, el negocio del cine está valorado en US$11 mil millones. Desde que salieron a la luz nuevas plataformas para consumir dicho producto, ha generado que los ingresos sean divididos, pero a la vez incrementar la producción no solo en suelo estadounidense, sino en el mundo. Hay que agregar que la “economía naranja” aporta un 3 por ciento del PIB mundial. Esto quiere decir que la cultura y en este caso el cine, es un motor para la economía y emplea a miles de personas, sosteniendo así el sistema económico de una industria.
Desde los últimos acontecimientos en Hollywood, sobre los casos de abuso sexual, han generado pérdidas millonarias en productoras. Pero, los últimos casos visto en lo que va del año, han generado el abandono de relación laboral con actores, grandes productoras e incluso cancelado rodajes y estrenos de proyectos cinematográficos. Esto ha puesto en riesgo la industria cinematográfica. Por ejemplo: tras el escándalo de Kevin Spacey generó que Netflix no solo cancelara la serie House of Cards y el estreno de Gore, película en la cual participaba el actor, sino también poner en riesgo la economía de varias personas.
“Esta es una lección para todo el mundo en Hollywood”, indicó Tim Gray, uno de los editores jefe de la revista Variety. “Todo el mundo es reemplazable. Kevin Spacey era la gran estrella de House of Cards, se hará entonces sin él”.
Sony Pictures apostaba por el último filme de Ridley Scott, All the Money in the World, pero con Spacey en el papel principal, el panorama cambia.
Pero no solo Kevin Spacey está involucrado en este tipo de casos, el director Brett Ratner, es otra de las personalidades que han sido salpicadas con las denuncias. Warner Bros ha decidido romper una sociedad de cientos de millones de dólares con la empresa de Ratner (Una pareja explosiva, Quiero matar a mi jefe, El renacido), ambas productoras estaban trabajando en una adaptación del exitoso libro El jilguero.
Las acusaciones siguen y los proyectos estancados, para Gray, “es evidente, que algo está mal con la industria”, refiriéndose a los problemas de diversidad, denuncias de discriminación contra minorías y mujeres, ahora, de abuso sexual.