Corría agosto del recién concluido año y en esa colorida feria de la ciudad ocurrió lo indeseable: tras una placentera y recreativa visita por el lugar extravié mi Documento Personal de Identidad –DPI- . Fue el 21 de ese mes cuando inicié las gestiones correspondientes para tramitar la reposición de ese documento.
Un par de meses bastarían, pensé, pero la ineficiencia del Registro Nacional de las Personas –Renap-, institución responsable de emitir los DPI en Guatemala, superó el peor escenario proyectado en mi cabeza.
Según la página web del Renap actualmente esa institución cuenta con 228 mil 982 documentos listos para entregar. Sorpresa el mío no es uno de ellos. Cifras de esa institución dan cuenta que de enero a noviembre de 2017 han emitido más de 5 millones 821 certificaciones, 196 mil 523, es decir un 3 por ciento corresponde a DPI. Otra sorpresa: ninguna de estas es la mía.
A sabiendas que el trabajo del Renap no goza de la mejor reputación, realicé una gestión en línea para tramitar la reposición de mi documento, ahorrarme la cola y ganar algo de tiempo. La respuesta fue relativamente rápida y recibí un correo electrónico que me respaldaba de haber iniciado el trámite.
Esperé dos meses, tiempo en el que consideré que mi documento debía estar listo, pero en el Renap me indicaron que en sus sistemas no aparece ningún registro de que haya iniciado los trámites para reposición de mi DPI.
Mal de muchos consuelo de babosos
Cuando acudí personalmente con la impresión de los correos electrónicos y de mi estado de cuenta donde constataban, que en efecto, no solo se me había hecho un cargo a mi tarjeta de crédito, sino que me habían confirmado que mi DPI estaba en trámite, me topé con la agradable sorpresa de que ellos no tienen mi documento, ni siquiera un reporte de la gestión.
El vergonzoso argumento fue que habían tenido algunos problemas con los sistemas y que por supuesto no era el único en esa situación, otros 100 casos como el mío habían sido reportados.
Enseguida pensé en una solución: si me emiten un certificado que de cuenta de que mi documento está en trámite podré al menos realizar algunos trámites personales, como sacar carencia de antecedentes penales y policiacos y sacar un nuevo pasaporte.
La respuesta de las personas del Renap me dejó perplejo: como he iniciado a tramitar un nuevo DPI no es posible duplicar el requerimiento por lo que desde luego tampoco es permitido que me extiendan un certificado de que el mismo está en proceso.
El resultado de la ecuación es simple: estoy indocumentado en mi propio país, no podré viajar en mis próximas vacaciones, porque no obtendré mi pasaporte y tampoco podré contar con carencia de antecedentes penales y policiales.
Solo espero que cuando llegué septiembre, fecha en la que vencerá mi licencia, de conducir, esta sombría situación, que no me deja ni cobrar un cheque, haya sido resuelta de lo contrario: no podré conducir mi propio carro.