Cada 10 de mayo, la celebración del Día de la Madre ocupa todos los espacios de la atención pública. Sin embargo, en Guatemala la maternidad también se ha convertido en un problema social, donde miles de niñas se convierten en madres a temprana edad debido a problemas como la violencia sexual o la falta de acceso a métodos anticonceptivos, así como la carencia de educación sexual.
Durante el 2020, los registros de embarazos en niñas y adolescentes han provocado preocupación de distintas organizaciones como el Observatorio de los Derechos de la Niñez (CIPRODENI). Gracias a datos que utiliza esta entidad por medio del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), han podido evidenciar la dura realidad que viven las menores dentro de Guatemala.
Según este observatorio, entre enero y agosto de 2020, se contabilizó la tasa de embarazos en niñas y adolescentes por cada mil habitantes y la cantidad de embarazos. Durante el año pasado, se registraron hasta 57 mil 344 embarazos en niñas entre los 15 y 19 años.
Las cifras se vuelven más alarmantes durante 2018 y 2019, donde se reportaron hasta 112 mil 144 y 111 mil 216 embarazos en cada año respectivamente. Encuentra todas las estadísticas en este link.
De acuerdo con Otto Rivera, secretario ejecutivo de CIPRODENI, “hasta el 9 de diciembre, ya eran cerca de 100 mil embarazos en edad temprana. Estos 100 mil se dividen en dos bloques. El embarazo infantil, que comprende desde 10 hasta 14 años, y el adolescente de 15 a 18 años.”
Dentro de los registros del CIPRODENI, la población más afectada han sido las mujeres de 19 años, donde se reportaron hasta 16 mil 706 hasta agosto del 2020. En este mismo período de tiempo, hay una constancia de 43 mil embarazos de niñas y adolescentes de 10 a 18 años en Guatemala. Sin embargo, estos datos aún siguen creciendo conforme al monitoreo constante de CIPRODENI, aclaró Rivera.
Rivera explicó que “el punto fundamental en la diferencia de embarazos entre 2019 y 2020 es que las niñas no estaban en lugares públicos como plazas, parques, escuelas, calles o iglesias. Es casi implícito una relación directa entre el abuso y la violencia sexual con el embarazo infantil y adolescente. Aquí se nota que el abuso está muy cerca o dentro de casa.”
“En CIPRODENI, tenemos una hipótesis que dice que solo 1 niña o adolescente de cada 3 que han sido violadas, resulta estando embarazada. El año pasado pudieron haber sido hasta 300 mil las abusadas o violadas, pero son 100 mil las que resultaron embarazadas.” -Otto Rivera, secretario ejecutivo de CIPRODENI.
Por otro lado, el Observatorio en Salud Reproductiva de Guatemala (OSAR) también cuenta con datos sobre la maternidad temprana en el país durante el inicio del 2021. Entre enero y marzo de este año, se han registrado hasta 18 mil 821 nacimientos. Además, según el monitoreo del OSAR y el Registro Nacional de las Personas (RENAP), 18 mil 334 mujeres entre los 15 y 19 años se han convertido en madres. 487 menores entre 10 y 14 años han tenido un bebé durante el inicio de año.
Alta Verapaz encabeza la lista de departamentos donde existen reportes de maternidad temprana con 2 mil 466. En Huehuetenango se han reportado hasta 2 mil 257 y Guatemala tuvo hasta 2 mil 10 nacimientos de madres entre 10 y 19 años en tan solo tres meses de haber iniciado el 2021.
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Rivera aclara que estos datos reflejan una realidad de Guatemala que se está normalizando. “Este problema no debe tomarse a la ligera. No hay ni un municipio en todo el país que no haya reportado un caso de embarazo infantil o adolescente.”
El secretario ejecutivo también destacó la urgencia de una mejor educación sexual en los diferentes entornos de la juventud. “Desde el Estado, a través del gobierno y sus instituciones, no se ha hecho nada. El Ministerio de Educación en 2020 y una diputada de la comisión de educación, no permitieron la educación sexual dentro del currículo base en los colegios. Es urgente que se eduque en sexualidad a todos los niños y niñas. Gobierno, Mineduc, Congreso y líderes religiosos se oponen a esto.”