Hay una revolución llamada: Loncheras saludables. En todos lados hay talleres y tutoriales de cómo preparar comida no solo divertida sino supuestamente sana para los niños tras el regreso a clases.
El último curso que vi publicado me indignó demasiado. Empresas que venden comida procesada y enlatada promocionando este tipo de alimentación.
Entramos a la moda de las loncheras, y esta época es propicia para que muchas empresas promocionen sus productos de manera engañosa. ¡No se dejen! Un embutido por divertido o bonito que lo presente jamás será un alimento sano, más bien es peligrosamente dañino.
A las páginas e influenciadoras que promocionan este tipo de marcas las invito a ser conscientes y honestas con sus audiencias. Hagamos una revolución nosotras, las madres y no sigamos consintiendo ese tipo de publicidad engañosa.
Los que más se promocionan
Entre los que me indignan están: leche y sus derivados, embutidos (Especialmente las salchichas), refrescos carbonatados y productos a base de harinas.
Sus presentaciones son vistosas y suplen el exceso de azúcar y preservantes con vitaminas y minerales. En el caso de los lácteos, se lucen diciendo que cada sorbo contiene el calcio que necesitan nuestros hijos para crecer sanos y fuertes. Todo esto es mentira, no es la única fuente de calcio, un brócoli tiene más calcio que un trago de leche ¿Lo sabían?.
Algunos datos de interés que nos deben alarmar
Tres estudios diferentes han determinado que el consumo de salchichas puede ser un factor de riesgo para el cáncer infantil. Aditivos de nitrito en las salchichas forman carcinógenos, se lee en uno de ellos.
Científicos de la Universidad de California determinaron que los niños que comen más de 12 salchichas al mes tienen nueve veces el riesgo de desarrollar leucemia.
La investigación que hizo Harvard sobre los lácteos sacudió a la industria y evidenció lo dañinos que son para la salud de las personas. En este estudio que es accesible en internet se lee: “Se identificaron un claro vínculo entre el consumo de este tipo de leche alta en hormonas, y las elevadas tasas de cáncer hormonodependientes”.
En otras palabras, al contrario de lo que nos hacen creer (incluso los pediatras) la leche de vaca es más dañina que beneficiosa y está directamente implicada en la causa de cáncer.
¿Cuál es el reto?
Aunque no soy la mamá orgánica que algún día soñé ser, trato que mi familia consuma todo tipo de alimentos. En casa lo más sanos posibles y en los restaurantes que tengan libertad de comerse una hamburguesa o un shuco en una piñata.
Pero si se implementan hábitos saludables la tendencia en la casa o en la calle será casi la misma. El reto es que conozcan todo tipo de alimentos, incluso los que no nos gustan a nosotros. Nuestros hijos no tienen por qué heredar nuestros caprichos y nuestros malas costumbres de alimentación. Más bien deberían tener la capacidad de cambiarlos.