El escape de los Pokemones: por Canchinflín Hero imagen

El juego pasó de moda, pero esos pokemones que atrapaste por pura diversión siguen ahí, encerrados en la oscuridad de tu teléfono.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Bulbasaur maldijo su imprudencia. Por descuidado, lo que era una tarde serena de reír y masticar basura se había transformado en una pesadilla. Segundos atrás era un pokémon libre. Ahora habitaba el frío interior de un Samsung Galaxy S7.

“Exijo saber quién gobierna esta prisión”, gritó somatando la pared. “Su nombre es Lesli Curiales”, respondió una voz entre las sombras. “¿También sos prisionero, o trabajás para Lesli Curiales?”, preguntó colocándose en posición de ataque. “Soy prisionero”, dijo la voz, conforme una figura obesa envuelta en fuego y con la cabeza de un pato emergía de la oscuridad. Luego agregó: “Somos prisioneros”, señalando a un candelabro flotante. “Me llamo Magmar y él es Chandelure, quien no habla”. “Yo me llamo Bulbasaur y necesito saber cómo se derrota a una Lesli Curiales”.

“No podemos derrotarla”, aseguró Magmar. Bulbasaur abrió la flor que posa sobre su lomo y con ella comenzó a arrojar chorros de veneno a su entorno, mientras anunciaba: “Entonces disparemos los caldos tóxicos que emanan nuestros cuerpos sobre este teléfono, hasta que sus chips se chinguen para siempre”.

“NO POR FA, NO”, gritó Magmar, “Chandelure asegura que eso sería peor, que así lo único que vamos a lograr es aniquilar el sistema operativo y a quedarnos atrapados en el limbo”. “¿Y será que el ornamento de sala tiene alguna mejor idea para salir de aquí?”, contestó Bulbasaur, lleno de frustración e ira. Magmar le explicó con amabilidad: “Como nosotros dos ya llevamos tres años acá adentro [nota del autor: Magmar aquí se refiere a tres años en tiempo Pokémon, que equivale, más o menos, a mes y medio en el tiempo de nosotros los humanos] hemos explorado bastante y encontramos un hoyo en una de las paredes, por donde podemos viajar a otros datos y aplicaciones pero no podemos salir del teléfono. La onda es que es peligroso. Ponele, un día caminamos hasta la bandeja de correo de Gmail y un amigo, Charmander, entró a un mensaje que decía:

«Título: BOLETÍN ESPECIAL DE BECAS – CONVOCATORIAS PARA LA MAESTRÍA EN ECONOMÍA DEVRY UNIVERSITY TEXAS. Texto: Mire mamita me compartieron esta información y se la reenvio por si le interesa.Así como usted que habala bien ingles debería aplicar y asi es como uno se va abriendo puertas. Un beso mijita chula y mándele un beso a su mamá por fa dígale que haber cuando me llama que ya no se acuerda que tiene una hermana dígale. un beso lesli, de su tía Karin».

Lesli Curiales eliminó el correo, junto con Charmander. Lo perdimos para siempre”.




Chandelure giró su cuerpo hacia abajo y sus bombillas alumbraron tenuemente. Magmar lo consoló diciéndole: “Yo también lo extraño, cuate”.

Bulbasaur se compadeció: “Puta, qué triste, muchá. Pero ahora hay que ver hacia el futuro y tomar decisiones radicales. Por ejemplo, podemos morder estos”… Magmar interrumpió su propuesta confesándole: “Chandelure me propuso un plan hace rato. Él sugirió que, ya que tenemos acceso a todos los datos del teléfono de Lesli Curiales, podemos encontrar algo comprometedor para ella y amenazarla con que, si no nos libera de nuevo a nuestras vidas anteriores, nosotros vamos a publicar algo en sus redes sociales que destruya su reputación, trayéndole humillación a ella y a su familia”.

Bulbasaur saboreó la idea. “Me gusta. Para ser un objeto que se puede adquirir en Cemaco, no es mula esa lámpara. ¡Entrémosle pues!”. Sin embargo, Magmar permaneció inmóvil y con la voz baja dijo: “Es que yo no sé si quiero hacer eso. Es que no sé si sea… ¿antiético?”. Los ojos y la flor venenosa sobre el lomo de Bulbasaur emitieron una incandescente luz roja y dijo: “Nel, Magmar. Lo que vos tenés es Síndrome de Estocolmo, porque, puta, te voy a decir qué es antiético: que vos andés por ahí disfrutando tu vida y masticando basura y que venga una humana cerota y te atrape en su celular sin tu autorización. Eso indigna. Indigna un CHINGO. Y vos estás absorbiendo el pequeño confort que te brinda tu captora y justificándola porque tenés miedo, o sea sos cobarde. Estoy seguro de que hay una frase de Martin Luther King o de la película galardonada al Oscar, Gladiador, sobre gente como vos, pero, ya que no vamos a perder el tiempo yendo a Wikipedia, entonces no te la puedo decir. Solo te digo que qué huevos. Qué huevos, Magmar”.

Después de ese discurso de liderazgo, Magmar decidió que sí continuaría con el plan y chantajearía a la maldita Lesli Curiales. Y así fue como los tres pokémones emprendieron el viaje.

Anduvieron por el camino de los Memes Almacenados, en donde presenciaron lo más blando y a la vez ofensivo del humor chapín. Esto perturbó sus almas, así que descansaron y comieron hasta saciarse en las tierras del Candy Crush. Retomaron la marcha cruzando la ciénega de las Notas de Texto y allí se vieron frente a frente con los esbozos de los poemas más torpes, mediocres y lamentables de Lesli Curiales. Cosas como:

“Hoy te vi y no nos dijimos ni una palabra… pero nos dijimos todas,

En nuestros silencios habitan promesas CARNALES

y promesas que son del corazón

también habita el aire en nuestros silencios

y el aire le da posada a la ilusión y a un ave……

esta ave se llama «Talvez»”.

La batería del teléfono se apagó, por lo que tuvieron que pasar la noche en la aplicación Nike Running. En medio de un silencio absoluto, una sombra se acercó a ellos. Chandelure lo iluminó y pudieron reconocer a otro pokémon. Su nombre era Vaporeon y les contó que llevaba escondido en aquel bosque casi un año. También les dijo que, según la leyenda, Nike Running en un tiempo fue una aplicación concurrida pero que hace siglos que Lesli Curiales no la visitaba.

Por la mañana, los pokémones invitaron a Vaporeon a unírseles en su viaje de emancipación, pero él respondió que prefería vivir para siempre en el bosque del Nike Running, pues allí había construido un crudo pero acogedor hogar que la maldita Lesli Curiales jamás podría destruir.

“Qué pokémon tan espiritual es Vaporeon”, comentó Bulbasaur conforme emprendían de nuevo la travesía.

Los viajeros cruzaron por el desfiladero de las 63 selfies hasta descender al valle de las conversaciones de WhatsApp, la “tierra prometida”.

Frente a sus ojos se extendían hileras interminables de conversaciones entre Lesli Curiales y su novio, Luis Gerson. Esperanzados en hallar el párrafo capaz de pulverizar el prestigio social de su gobernante despótico y así obtener su libertad a través del fino arte del chantaje, dedicaron los siguientes dos años en tiempo pokémon a recorrer miles y miles de interacciones cotidianas, casi imperceptiblemente diferentes entre ellas:

– negrito ya almorzó?

– a eso voy amor, ya solo termino de montar unas cosas al picop que ya nos agarró la tarde

– a vaya

– usted

– yo ya comí. casi no me gustó el almuerzo. Traje unos fideos que hice ayer pero la salsa me quedó salada. Toda fea

– hágale

– tan abusivo que es

– b4romas beba. Ay la voy a llevar a comer rico el viernes. Una pizza que dice???

– si

– pues si cielo

– usted qué va comer

– ahí en el comedor de doña Patty. Hoy tiene milanesa

– mmm

– ajha con pure

– mire, va venir hoy

– creo que no

– porqué negrito???

– es que tenemos entrega mañana en la u. Proyecto de hidráulica. Lo qu e le conté. Vamos a trabajar en grupo

– Ay yo tenía ganas de verlo. En dónde se van a juntar

– donde Débora.

– la gorda?

– Lesli ya le dije que respete. Es buena onda la chava me ha ayudado mucho

– hártesela

– LESLI

– jkaja. Entonces no viene?

– no mi linda

– a vaya

– usted que va a hacer

– la Yaya quiere que la acompañe al cine

– que van a ver

– saber. Una romántica

– huecadas

– cabal. Ya está comiendo?

– si

Una mañana encontraron a Chandelure muerto. Se había arrancado una por una las bombillas del cuerpo y colocándolas en el suelo en una tétrica pero preciosa composición había escrito: “NO PUEDO MÁS. LESLI CURIALES Y SU NOVIO SON UNOS IDIOTAS. SU AMOR ES UNA PESTE PARA EL MUNDO Y LA MONOTONÍA DE SUS VIDAS ME ENFERMA. ADIÓS”.

Durante los siguientes meses fue tan solo un incipiente romance entre ellos lo que evitó que Bulbasaur y Magmar abandonaran la lucha para dejarse morir o para retirarse a vivir dentro de la plenitud artificial de las tierras del Candy Crush. Su amor los sostuvo.

Entonces una tarde descubrieron señales de nueva actividad entrante.

Se trataba de chats que Lesli Curiales llevaba desde hace un tiempo con un hombre del trabajo, llamado Fabián. En ellos se podía percibir una mayor carga de intensidad que cuando conversaba con el varón Luis Gerson. El último de estos chats decía:

– que onda usted, hoy si me la sacaron tarde va princesa?

– Hola Lestercillo. Si usted, es que a la pisada de mi jefa se le ocurrió que nos quedáramos terminando los reportes

– Ay lo siento princesa. Pero ya está relajadita en su casa

– sí. Ya ahorita solo me estaba secando el pelo porque mejor vine a bañarme, me sentía toda pegajosa y sudada

– ah sí. Hace mucho calor allí por donde vive?

– un poco. Vivo aquí por el frutal

– a ya. Conozco. Y como se queda

– de que

– a dormir. Que usa para dormir, princesa?

– a depende. Ahorita cargo una mi blusa sin mangas y un short. Y uste

– yo nada

– casaquero

– palabrita. Quiere que le mande una mi foto?

– jajaja

– a pues diga. Pero eso sí me tiene que mandar una usted tambien

– a puchis

– En serio no me va a mandar ni una foto lesli. Siquiera para hacerme compañía en la noche

– jajajaj pero como, la cara o qué quiere

– póngase creativa. Si a mi todas sus fotos me gustan. Más aquella con su vestido azul

– Ah ese fue para la boda de mi prima. En serio le gusto cómo me miraba? Sentí que muy corto ese vestido

– já lujo de hembra

– jajaja

– a pues mi foto lesli. Mándeme una foto de su abdomen pues o de su espalda pero sin ropa o si se anima una de sus piecitos

– Puchis par a qué las quiere

– ah eso es secreto

– shuco

– puta yo por que

– adivine

– Si solo estoy expresando este ardor que usted me provoca

– jaja tan ocurrente que es

– lesli pues

– ya le dije. Uste primero

– va, ay le va pues. Conste que uste me la pidió y yo complasco… ay la disfruta…..

Al final de la conversación, los pokémones divisaron a lo lejos —sola y sin respuesta— la foto de una ñonga. Se quedaron allí, confundidos, sin saber si aquella era la pieza que les había faltado para chantajear a la maldita Lesli Curiales, o si habían llegado al último de los callejones sin salida.

Decidieron acercarse, pero conforme caminaban hacia la foto de la ñonga el cielo empezana a oscurecerse. Se pudieron ver rayos caer a los cuatro puntos cardinales y los dos pokémones sintieron miedo. A su alrededor, montañas de datos se derrumbaban. Lejos, a muchos megas de distancia, un mensaje aparecía en la comarca de Facebook:

“Amigos por favor no me llamen, un estupido me acaba de asaltar en la reforma y ya no tengo teléfono. Cualqueir cosa que necesiten aca por inbox. No se preocupen yo estoy bien y lo material se recupera gracias a dios uno tiene trabajo. Pero enoja y entristece tanta inseguridad que hay en el país. Hasta cuando!!!!”.

Bulbasaur y Magmar nunca supieron del nuevo soberano delicuente que ahora gobernaba su mundo y lo estaba consumiendo, borrando dato por dato. Tan solo se tomaron de las manos y cerraron los ojos, esperando el final.

EPÍLOGO

Un olor a grama fresca los invitó a abrir los ojos. Bulbasaur y Magmar distinguieron el sonido de las aves y el aire que les daba en la cara. Entonces reconocieron que estaban otra vez en el mundo, en el mundo de verdad. El ladrón de celulares los había liberado.

Caminaron acostumbrándose de nuevo a la luz. Más adelante, a la orilla de un manantial, encontraron a la foto de la ñonga, quien bebía agua. Le preguntaron qué iba a hacer ahora que era libre y la foto les respondió: “Soy solo la foto de una ñonga sin su cuerpo, así que voy a embarazar todo lo que exista. Estos eucaliptos, por ejemplo, ahora están embarazados. También acabo de embarazar a un fantasma. Unos albañiles vinieron a chamusquear hace unas horas y embaracé a un triste gol anulado. Cuando ustedes se marchen, me dispondré a embarazar ese recibo de Empagua que alguien dejó tirado”.

Los pokémones sonrieron y continuaron caminando. Más tarde se detuvieron a masticar un poco de basura.

CANCHINFLÍN HERO




Después de su victoria en las Grandes Guerras de Canchinflines de los años 90, Danilo Lara (Canchinflín Hero) permaneció congelado dentro de una carretilla de helados —acompañado por las diez pachucas, los tres olímpicos y las dos morenitas que se convirtieron en sus únicos amigos.

Danilo fue descongelado en la era presente solo para darse cuenta de que el gobierno había abolido los canchinflines. Convertido en un soldado sin su guerra, ahora se dedica a escribir cosas que considera chistosas.

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