La ilusión era grande hace cuatro meses, tiempo en el que su pequeña hija iniciaba con el proceso para recibir el sacramento de la primera comunión. Hoy, la supuesta decisión de un sacerdote llena de tristeza y enojo a una familia completa.
Edgardo Salazar decidió dejar hace más de 10 años la capital para instalarse en Jutiapa, tierra donde conoció a su amada esposa, con quien formó una familia concibiendo a sus dos hijos.
El primero, un varón que ahora tiene 11 años de edad. La segunda, una pequeña guerrera que a sus 9 primaveras ha luchado contra las adversidades puestas por la sociedad ante el síndrome de Down que padece.
Desde un principio fue difícil para Edgardo y su familia. La “seño Dolly”, como es nombrada cariñosamente, no era aceptada en su colegio e incluso la aislaban, cuestión que fue superada con el paso del tiempo. Ahora, a su hija ya se le trata bien y ha logrado avanzar hasta tercero de primaria.
Una victoria en la vida de la “seño Dolly”, quien superó la prueba del colegio, pero que ahora tendrá su segunda gran lucha: la Iglesia.
“Mi hija es un regalo que Dios nos ha dado. Nosotros, como padres de familia, le hemos apoyado en todo, incluso la hemos llevado por ocho años a la Fundación Margarita Tejada, donde hemos visto bastante superación en ella”, menciona Salazar.
¡No a la Primera Comunión!
Hace aproximadamente cuatro meses, Salazar decidió inscribir a su hija en la catequesis para la primera comunión, donde no se les prohibió ni mencionó ningún inconveniente en relación con el síndrome de Down que ella padece.
El proceso fue hecho en la Parroquia Santa Catarina Mártir, ubicada en el municipio de Quesada, departamento de Jutiapa. El párroco de la iglesia es el padre Abraham González Cisneros, puesto que tomó hace un par de años.
“El padre Abraham llegó un día a mi casa para cenar, donde nos indicó que no había ningún inconveniente en que nuestra hija iniciara con su catequesis”, asegura Salazar.
Grande fue su sorpresa cuando el jueves 10 de enero recién pasado, la “seño Dolly” fue reprobada del examen por no hablar bien y por tener síndrome de Down. Salazar resalta que una de las catequistas les explicó que esa había sido la razón del sacerdote Abraham para no aceptarla.
El poco tiempo no permitió que la “seño Dolly” recibiera su primera comunión. Este martes, 15 de enero, se llevaron a cabo los sacramentos de comuniones y bautizos, en celebración al Señor de Esquipulas, patrón del municipio.
“Como padres de familia estamos tristes y enojados, tras haberle negado a una niña ese sacramento. Mi esposa es la más sentida, debido a que es la que más ha sufrido desde el embarazo y al no poder atenderla y dedicarse a ella al cien por ciento”, lamenta Salazar.
Este martes, Salazar decidió ir a la iglesia para grabar la homilía del padre y saber cuáles eran las palabras del sacerdote. Sin embargo, le fue impedida la entrada por parte de dos catequistas.
Ante esta situación, Salazar ya presentó una queja ante el Obispo de la Diócesis de Jutiapa, Antonio Calderón Cruz, quien no les ha dado ninguna respuesta al caso de su hija y del sacerdote de la parroquia.
Por tal motivo, Salazar y su esposa no saben si la volverán a inscribir en la catequesis este año. “Los sacerdotes deberían ponerse la mano en la conciencia y darle importancia a los niños especiales”, expuso.
La posición de la Iglesia
En el mundo han habido casos similares al de la pequeña “seño Dolly”, por los que la Iglesia ha llegado a la conclusión de que no hay impedimento alguno para que a las personas que presenten alguna discapacidad se les prohíba recibir algún sacramento.
El pueblo católico, uno de los más importantes en temas de la Iglesia, resalta en uno de sus artículos que cientos de niños y jóvenes han recibido la primera comunión desde el 2005.
Indican que han tenido como únicos requisitos, tener más de 7 años y haber recibido el sacramento del bautismo. El pueblo católico indica que todos ellos recibieron una preparación sencilla, adecuadas a sus condiciones.
Por su parte, la Comisión Diocesana de Atención a las Personas con Discapacidad, del Arzobispado de Madrid, manifiesta que se les puede ofrecer en una parroquia, donde resalta que se les debe facilitar la preparación para los sacramentos adaptando las catequesis.
El Papa Francisco, durante el Congreso Internacional “Catequesis y personas con discapacidad: Una atención necesaria en la vida diaria de la Iglesia”, realizada en 2017, mencionó: “La Iglesia no puede ser afónica ni desafinada en la defensa y promoción de las personas con discapacidad”.
“También deben tener inclusión en la generación de la vida cristiana y en la participación de la liturgia dominical y de modo especial en la catequesis… Ningún límite físico y psíquico podrá jamás ser un impedimento para este encuentro, porque el rostro de Cristo resplandece en lo más íntimo de cada persona”, asegura el Sumo Pontífice.