Perder una de las extremidades significa también la pérdida de habilidades, libertad y dependencia. Algunas personas confiesan haber entrado en un estado de depresión y de ira por no poder realizar muchas actividades, pero ahora gracias a los avances de la tecnología las prótesis se han convertido en la solución a todos los problemas.
Aunque luego se enfrentan con otros obstáculos como los altos costos de dichos aparatos y lo poco prácticos o funcionales que estos pueden ser, una prótesis convencional oscila entre los Q18 mil, mientras que una mecánica impresa en 3D, su costo se reduce considerablemente a unos Q400.
Sin embargo, este grupo de jóvenes de la Universidad Galileo ha desarrollado un nuevo proyecto al que llamaron Galileo Hand, una prótesis elaborada en una impresora 3D, que cuenta con características como: resistente, estética y adaptable a las necesidades del paciente.
Este proyecto tiene la funcionalidad de que el paciente puede bajar el puño y esto provoca tensar los dedos para que se encojan y tomen la forma adecuada para agarrar objetos. Esto fue puesto a prueba con un pachón y se obtuvo resultados positivos en el agarre, sin embargo aún se trabajarán en ajustes para que se pueda tomar todo tipo de objetos.
La fase de creación duró 3 años y aparte de sus distintas funcionalidades, esta prótesis ayuda también a recuperar habilidades motrices. La misma sustituye los ganchos que se colocan en lugar de la mano y funciona a través de las señales que envía el cerebro para ejecutar los movimientos.
Esta funcional prótesis no tiene ningún fin de lucro y si quieres aventurarte a realizar este proyecto puedes descargar todo el material en esta página: https://www.instructables.com/id/Como-construir-la-Galileo-hand/
En 2016, Luisa Ovando fue beneficiada por este proyecto, una niña de 11 años que nació sin una mano, que hoy cuenta con esta prótesis que se adaptó al tamaño y forma de su brazo.
Todos los días son cientos de casos que se presentan similares a los de Luisa, muchos de ellos quedan en el olvido por falta de recursos, la dura realidad a la que se enfrentan no ayuda demasiado porque “se les ve como extraños”, pero no es así. No hay trabajo más satisfactorio que el de ayudar a los demás, convirtiendo nuestro conocimiento y talento en formas de esperanzas.