Mayra es una estudiante de 3er año de la universidad, ella junto a sus hermanas viven en Carretera a El Salvador y siempre fue amante de los perritos, comenta que aproximadamente ha tenido 10 perros alrededor de su vida, pero nunca tuvo una experiencia tan horrible como la que paso hace poco donde sufrió una venganza por parte de un vecino envenenando a su mascota.
Milo desapareció
Milo era un chihuahua de 9 años, mascota de Mayra y sus hermanas, comenta que él era uno de sus perritos favoritos ya que lo rescató de una familia que lo maltrataba, “todos dicen que los chihuahuas son enojados, pero Milo era diferente, era un amor de perro y nunca mordió a nadie que se le acercara”.
Un día, pasó lo que a la mayoría de casos pasa al perder a las mascotas, una de las hermanas de Mayra al sacar su carro de su casa no cerró bien el portón y Milo se salió, “Lo vimos en las cámaras de mi casa, no cerró bien el portón y corrió por la calle”.
Milo paso desaparecido por dos semanas, cada vez la idea de tenerlo de regreso era menor pero nunca perdieron la fe.
Un ladrido parecido a Milo
Mayra llevaba días buscándolo, montes, campos, preguntando por casas si lo habían visto y no encontraba una respuesta hasta que un día un amigo del vecindario le comentó algo. “Un amigo que vive cerca de mi casa me dijo que ya había visto por varias veces un perro muy parecido a Milo, pero en la casa de mi vecino, color, tamaño, todo era igual” comenta.
Una tarde al regresar de su trabajo, paso visitando a su vecino, entró a su casa para poder platicar, pero vio algo extraño en él, como un comportamiento extraño, al estar en su casa Mayra escuchaba un ruido de algo en un cuarto rascando la puerta, pero lo más curioso era un ladrido igual a su perrito. “Cada dueño reconoce el ladrido de su perro, yo no era la opción” comenta.
Luego de 5 minutos, se escuchó un fuerte golpe y vio bajar un perro por las gradas que corrió hacia ella. ¡ERA MILO! “No lo podía creer, era mi perrito, mi perrito estaba encerrado, en ese momento tenía todo combinado, emoción por haberlo encontrado y confusión, enojo porque no entendía porqué mi vecino lo tenía”.
Mayra nos comenta que el vecino empezó a tomar una actitud muy retadora, donde no quería regresarle a su perro, “Yo lo encontré, es mío” decía y aun mostrándole pruebas de que era perro de ella no se lo quería regresar, así que mejor lo tomó y salió de su casa.
Las cámaras lo delataron
Milo estaba de regreso después de estar desaparecido por dos semanas, estaba de vuelta un sábado, todos creían que allí iba a terminar, pero venía lo peor. Al siguiente día, Mayra se levantó para hacer ejercicio y encontró una escena traumática, Milo estaba tirado con espuma saliendo de su boca, había sido envenenado.
“Nunca le desearé eso a nadie, es un sentimiento de impotencia porque no sabes que es lo que pasó, estaba vivo cuando me fui a dormir y cuando me levanté lo había perdido” comenta. Al ver la espuma sabía que había sido envenenado, pero ¿cómo?, una de sus hermanas le comentó que vieran por las cámaras si había algo y no podían creer lo que encontraron.
“Mi vecino salió en la noche con un plato de comida y lo deslizó por debajo del portón de mi casa, luego regresó y eso fue todo, mi vecino lo envenenó”
Mayra fue a poner la denuncia contra esta persona con las autoridades, con las pruebas adjuntadas y listas, de acuerdo con la ley, si una persona es hallada responsable de envenenamiento de mascotas puede ser sancionada con 12 salarios mínimos, actualmente unos Q30 mil, lo que podría enfrentarse el acusado.
*Las imágenes no son reales, se utilizaron para la protección de la familia”