Sentados en un café de La Sexta recordamos las clases de inglés que recibimos durante todos los años en el colegio. Evocamos los famosos vocabularios, que por lo regular eran separados por secciones, es decir, vocabulario de comida (hamburguesa, pollo, carne, huevos, etcétera); debíamos escribirlas 10 veces, ilustrarlas y por último hacer una oración que incluyera cada palabra. Aparte de ello, como comprobación en clase, nos dividían en grupos de cuatro alumnos y entablábamos una conversación, en la cual cada uno al menos debía usar dos palabras del vocabulario estudiado. Así, por los 15 años que estuve en el colegio ¿qué cambiaba año tras año? La dificultad del vocabulario aprendido, cada vez más complejo; pero en sí la mecánica era la misma. Con más de 15 años llevando al menos cuatro clases de inglés a la semana, imagina cuántos vocabularios, una infinidad.
Siendo honesto mi amigo callcentero que, a diferencia de mí, él sí aprovechó las clases de inglés y los benditos vocabularios, confesó que no le fueron suficientes para obtener el inglés que piden en un call center.
¿Quién tiene la culpa? Nuestro Gobierno, los colegios, los padres, o nosotros mismos? En mi caso debo reconocer que he sido yo, porque si bien el inglés que impartían en las distintas instituciones en las que estudié no era el mejor, creo que sí pude haber hecho algo más para mejorar el idioma. También persisten los siguientes cuestionamientos:
Ya siendo tan grande la industria de los call centers, el Gobierno ¿no está obligado a mejorar los programas de inglés en nuestro país? Creo que sí, pero al igual que todo a ellos les da lo mismo.
Por otro lado, los colegios ¿están haciendo algo para mejorar sus programas indistintamente que los del Gobierno realicen su trabajo o no? No consiguen mejorar el nivel.
Los padres de familia ¿se preocupan o consideran acciones para mejorar el nivel de inglés de sus hijos? Algunos podrán costear los cursos o clases en distintos programas privados que existen, pero sin duda alguna son la minoría. Y siendo honestos, si al final de cada unidad les presentamos un 75 de punteo en la clase, se dan por servidos y asumen que todo va bien. ¡Pero no es así!
Y en mi caso asumo toda la responsabilidad, no hay más culpables que yo en esto de no conseguir un buen inglés. Porque si bien no he tenido las mejores oportunidades para aprender inglés, ni los mejores programas en el colegio, o maestros; creo que soy la única culpable. No hay excusas.
No sé cómo tú que trabajas en call center aprendiste inglés, a lo mejor has tenido la oportunidad de irte a otro país para perfeccionarlo, o tus padres te pudieron pagar un muy costoso programa para aprender inglés; o escuchaste música solo en ese idioma que es lo que muchos hacen, al igual que ver películas solo en inglés sin subtítulos. No sé todo lo que has hecho para perfeccionar el idioma, pero sin duda alguna la historia de cómo estudió inglés mi amigo callcentero es de lo más genial, tanto que en las distintas entrevistas que ha pasado en call centers sus entrevistadores le responden con su rostro plagado de incredulidad o bien con un ¿really? Al escuchar como él aprendió. Al principio, cuando me contó cómo él sin muchas posibilidades a lo largo de toda su vida practicó inglés, me hizo comprender que, a pesar del Gobierno, establecimientos y demás, la única culpable de mi nivel de inglés, soy yo y nadie más.
Mi amigo el callcentero aprendió inglés y lo ha pulido a lo largo de los años, jugando videojuegos. Espero ahora me entiendas cuando comento que no hay excusas. Solo me queda agregar ¡amigo eres un crack! Al igual que tú, que te las has ingeniado para aprender y perfeccionar tu inglés, porque sabes que si no es así difícilmente encontrarás la manera de poder tener un plato de comida y un techo bajo el cual puedas dormir. ¡Salud por ustedes chavos callcenteros!