Para mucho tener el corazón roto se asemeja a la sensación que te queman por dentro, para otros es como si tu ser poco a poco se convirtiera en un tempano de hielo. En su momento para mí fue como ésta última, cada vez más frío, sin menos sabor ante la vida, sentía como si constantemente tomara el café ralo, como si cada trozo de pizza no tuviera queso, como si cada palabra expresada fuera gris sin matiz alguno, como si la chispa de esto que llámanos vida se hubiera marchado en el momento en que hicieron pedazos mi corazón. Así me sentía.
Pero en verdad creo que ninguna persona puede llegar conocerse y amarse realmente sin antes haberles roto su corazón. Siendo honestos hoy en día no es nada difícil que te hagan pedazos tu corazón y que quedes lleno de cicatrices.
Lo más irónico es que todo este dolor no tiene sentido y lo piensas bien puede ser beneficioso; hace más de dos años luego de una serie de eventos muy desafortunados para mi corazón me dispuse a enlistar algunos aspectos beneficios que puede traernos a nuestras vidas estos tragos amargos.
No sé a ti, pero a mí me liberó de la novela perfecta. Porque siendo realistas lo que por lo regular nos muestran en las películas y novelas son puros cuentos mucha. El amor viene rebosando de imperfección al igual que nosotros. Es un perfecto mix entre risas, discusiones, pasión, desapegos, buenos y no tan buenos momentos; eso es amor real. Al liberarme del asqueroso ideal de perfección, liberé a mi corazón y mi manera de amar.
Por otro lado, trajo a mi mente quién es el que importa, nunca habrá nadie que necesite más de mí que yo misma, nunca. ¡Soy una naranja entera señores!
Me desafió, pasamos un lapso entre perdidos y confundidos, algo enajenados de todo. La ilusión por la vida parece esfumarse, el reto está es superarte y volvernos más fuertes que nunca.
Sin duda alguna me enseñó los rostros más canijos de la vida. Porque hay dos escenarios que cambian nuestras vidas la muerta y la ruptura de pareja. Si has padecido la perdida de alguien en alguno de estos dos escenarios no me dejarás mentir que la pena hacia ti mismo y la desolación ocupan todo el vacío que dejó en nosotros lo que alguna vez llamamos amor. Mientras más profundo fue el amor, más hondo es el agujero que llenó el dolor. Así se nos puede pasar la vida al menos que tengamos la suerte de poder tocar fondo y comprender de qué estamos hechos.
No me dejarás mentir que revoluciona nuestros ideales. ¿El amor verdadero existe? ¿Qué es el amor? ¿A qué llamamos verdadero amor? Sin importar la conclusión a la que tú o yo hemos llegado en esos momentos, lo más importante es que hemos tenido la capacidad de cuestionar nuestros ideales acerca del amor. Y comprendemos que todo es mucho más complejo y completo de lo que creíamos.
Por último y sin duda lo que más cuesta aceptar, siempre habrá espacio para un nuevo amor en nuestras vidas, siempre. Porque todo lo que hoy parece estar destrozad, imposible de ser reconstruido, en algún momento volverá a tomar forma; será un corazón más sabio, sin rencores, libre de perdón. Pero sobre todo será un corazón que esté dispuesto a amar, y a ser amado al cien por ciento.
Porque sin duda alguna siempre soportamos mucho más de lo que creemos soportar. Personas de acero inoxidable.