Stephany Dávila, ha hecho sentir orgullo a sus padres, quienes desde hace 3 generaciones se han dedicado a la producción del café en Santa Rosa. Esta joven guatemalteca, de 32 años, recuerda que todo empezó desde que era muy pequeña cuando su abuela la llevaba a la finca a conocer, a jugar y sobre todo para enseñarle todo acerca de ser un caficultor.
Durante toda su vida profesional, que inició formalmente en el 2006, trabajó en el gremio del café y ahí pudo aprender sobre el mercadeo y promoción internacional de este producto. A pesar de tener un futuro prometedor en esta industria, ella fue valiente y lo dejó todo atrás para cambiar su vida radicalmente.
Así que 8 años después, tuvo el deseo de regresar a trabajar con su familia y crear su propia marca de café.
“Me enamoré del café, representa tanto para los guatemaltecos. En realidad es mucho más que un grano, que una taza, el café es el vínculo perfecto entre amistades. Pero eso no es todo, cada taza de café significa un sustento económico para muchas familias que dependen, de ello”, explica Dávila y comenta que fue precisamente su pasión por esta bebida que la motivó a emprender.
Así nace café La Morena, un proyecto que se ubica dentro de la finca Las Cortinas, y que en su formación fijó dos objetivos que hasta hoy continúa cumpliendo.
El primero de ellos es darle valor a las manos que trabajan con el café, de manera que, La Morena labora con los vecinos del área y además establece protocolos directos y transparentes en la comercialización, con el objetivo de que el sustento económico que reciban las familias por su invaluable trabajo sea justo y digno.
Por otra parte, este proyecto busca operar en armonía con el medio ambiente, así que, el proceso de producción del café utiliza métodos no tradicionales. El método “lavado”, el más común, hace uso de bastante agua en el proceso. Sin embargo, el distintivo de La Morena es que optó por buscar una metodología que hiciera limitado el uso de este vital líquido, los procedimientos seleccionados son natural, honey y anaeróbico.
¿Por qué se utiliza otra metodología? Porque La Morena quiere despertar conciencia ambiental en la comunidad y, con ello, reducir los problemas que existen con el suministro de agua y la desaparición de nacimientos del vital líquido. Además, Stephany, nos cuenta que al cambiar la forma en que se produce el café se permite variar los sabores que se ofrecen al consumidor.
La idea de La Morena es convertirse en el caficultor pionero en el procesamiento del café con uso limitado del agua, y que en algún futuro el gremio en general, adopte esta buena práctica en pro del medio ambiente. Para esto es importante que los caficultores no se vean como productores aislados, sino más bien, como parte de un conglomerado.
Además, con este proyecto se pretende generar oportunidades de empleo en el área, incentivando de esta manera el florecimiento económico local y que en un futuro la mitad de los trabajos sean ofrecidos a mujeres.
Es un sueño que apenas comienza para Stephany, pero, el impacto ambiental positivo que su idea tiene y sobre todo el amor a su comunidad hacen que este proyecto ya sea un éxito rotundo, ¿o no?
Hoy, gracias a su emprendimiento, Stephany Dávila se convirtió en 1 de los 10 guatemaltecos (elegidos en un universo de 3 mil solicitudes) que fueron becados para el Programa de Becarios Profesionales de la Iniciativa Jóvenes Líderes de las Américas (YLAI). Este consiste en una beca con duración de 5 semanas en diferentes ciudades de Estados Unidos y que tiene como objetivo incrementar el comercio y la inversión en la región a través de los jóvenes.
