Cuando me levanté a las 5 de la mañana, todavía la vi dando de mamar a sus 4 gatitos. La Bebé era una gata muy dedicada con sus hijos, siempre lo demostró. Sin embargo, al mediodía que regresé, vi a los pequeños solos. Me pareció raro teniendo en cuenta los antecedentes de la minina. La llamé y… nada.
Mi hijo vino de estudiar y le pedí que me acompañara a buscar a la Bebé, pues estaba desaparecida. Por toda la cuadra y los alrededores la estuvimos llamando, pero no aparecía. Al entrar la noche, sin duda alguna, nuestra preocupación estaba al máximo. Mi hijo me dice, “los bebés tienen hambre, vení a ver”. Pobres los 4 gatitos, solos en su canasta. Nunca habíamos estado en una situación así.
Bueno, no podemos dejar que estas fieras se mueran de hambre, dijimos todos en la casa y nos pusimos manos a la obra. Desde hace algunos años tenemos El nuevo libro del gato de Ulrike Müller y, siguiendo sus instrucciones sobre la “crianza con biberón”, comenzamos el rescate de los pequeños. Aquí aprendimos todos una importante lección que muchos no conocen y que puede ser de utilidad en casos de emergencia.
Los gatitos deben recibir su pacha cada dos horas, tanto en el día como en la noche. Para esta titánica tarea, se nos unieron algunos amigos, quienes llegaban a la casa a dar de comer a los felinos cuando nosotros no podíamos. Se les debe frotar con una toalla en su barriguita y órganos de secreción con el fin de ayudarles a que expulsen sus heces y limpiarlos con aceite de bebé. La leche que deben tomar es especial, si se les da leche de vaca corren el riesgo de morir; por lo cual compramos varias latas de fórmula, en espera de que cumplieran un mes y pudieran comer algo sólido.
De acuerdo con el libro, los gatos que son separados de su madre, antes de tiempo, son débiles y corren grave riesgo de morir. Nuestro veterinario también nos lo advirtió al darnos la fórmula y solo nos dijo que la naturaleza selecciona a los más fuertes para que sobrevivan. El presagio se cumplió, a los tres días, las dos gatas más pequeñas enfermaron y tuvieron que ir con el médico. Con tristeza nos informaron que una de ellas no sobrevivió.
Los días pasaron y fueron creciendo poco a poco. Gracias a Dios los tres que sobrevivieron están por cumplir dos meses y ya comen concentrado, les encantan las latas de paté para gato, pero no dejan de tomar su pacha todas las noches antes de ir a dormir. Ahora, nos queda buscarles un buen hogar en donde crezcan con una familia que les quiera.
No entiendo en realidad porque las personas son malvadas con los animalitos, ellos también tienen derecho a vivir. Espero que la Bebé, nuestra gata desaparecida no esté muerta. Nos gusta pensar que se la robaron y está en otra casa, viva. Nosotros teníamos la obligación de salvar a sus gatos, mi hijo se tomó el papel de nodriza tan en serio que los tres gatitos ahora lo buscan por toda la casa para que les dé su comida. Si usted tiene la oportunidad de salvarle la vida a un animalito que lo necesite, no dude en hacerlo, es una experiencia que nunca olvidará.