Muchas veces no están perdidos, solo no quieren regresar imagen

Por la cabeza de todos ha pasado, alguna vez, la idea de escapar de sus casas. Pero, entre uno de los factores principales para abandonar los hogares, siguen siendo los problemas familiares

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Jorge tiene 16 años, con problemas en su casa, su mamá trabaja incansablemente para llevarles alimento, el papá es alcohólico, si bien le va 2 días a la semana está sobrio, su hermana resultó embarazada a temprana edad y vive ahí con su hijo, pues el padre del bebé no se hizo responsable. Al adolescente, no le va bien en el instituto, falta mucho y no presta atención en las clases.

La vida de Jorge siempre ha sido muy dura, su mamá nunca ha estado con él, tenía que trabajar de sol a sol. Su papá por un tiempo se fue de su casa a vivir a la calle, porque podía beber cuando quisiera.

Las penas económicas eran diarias, a veces tenían para comer huevos y frijoles y otras veces solo tortilla con sal.

Jorge estaba viendo televisión un día en su casa, cuando apenas tenía 10 años, de pronto uno de sus tíos, el hermano de su papá, llegó y le pidió que le sirviera unas cervezas, se las dio y empezó a beber frente a él.

Pasaron varias horas, hasta que su tío estaba ebrio en la sala de la casa, de pronto se paró y le dijo a Jorge que ya se iba a ir, pero que antes tenía que ayudarlo con una cosa. Lo tomó de la mano, lo llevó al cuarto de sus papás y le dijo: “Ahora vas a saber lo que es bueno” y abusó sexualmente de su sobrino. 




El tío se fue y dejó llorando al niño, hasta que llegó su madre, le dijo lo que había pasado, pero le respondió que ya tenían muchos problemas y que cargar con eso, en ese momento sería más duro.

Su mamá no colocó ni una sola denuncia contra su cuñado, solo le habló y le pidió que ya no llegara a su casa.

Jorge no le pudo perdonar a su mamá que no hiciera nada por protegerlo, pero así empezaron a pasar los años, hasta que un buen día, Jorge había pensado huir de su casa. Fue el 14 de julio, cuando el joven no fue a estudiar, se escapó un viernes.

Agarró una mochila, metió un suéter negro que tenía, un pantalón de lona, una playera corinta y todas las ganas para irse de su casa.

Salió a las 7:00 de la mañana y en su cabeza lo único que pasaban eran esos momentos de dolor que había tenido que vivir durante su infancia.

Tenía únicamente Q50, tomó un bus de la zona 7 a la 1 y comenzó su recorrido.

Su destino era Jutiapa, donde vive su abuelita materna, quien siempre se había preocupado por él, pero la distancia impedía que se pudieran comunicar.

Se fue de la ciudad dejando todos sus recuerdos negativos en el pasado.




De camino, fueron 3 horas con 30 minutos, en los que Jorge no podía contener las lágrimas porque dejó atrás su pasado, llegó a eso de las 11 de la mañana, pero su abuelita no se encontraba, había salido al centro del pueblo.

Jorge no tenía cómo comunicarse con ella y la esperó hasta que llegó, alrededor de las 4:00 de la tarde.

Al verla, Jorge se puso a llorar y le dijo que había llegado con ella, para poder ser feliz. Su abuelita le pregunto a él, si su mamá sabía dónde estaba y le dijo que sí, que ella sabía que se había ido, pero eran mentiras, ya que había escapado de su casa.

Llego el sábado y Jorge se sentía más tranquilo de estar con su abuelita, pero pronto cambiaría eso.

Mientras tanto en su casa, su mamá estaba preocupada porque él no aparecía y colocaron una alerta Alba Keneth, porque no sabía dónde estaba su hijo.

La mamá de Jorge llamó a su familia para saber si alguien lo había visto y le dijeron que sí, que estaba en Jutiapa, preocupada abordó un bus y se fue directo para la casa de su mamá.  Ahí estaba Jorge, quien al verla se puso a llorar y le pedía que no se lo llevara, que quería quedarse con su abuelita.

La mamá le dijo que estaba bien y que estaría mejor con su abuelita, porque ella tendría una boca menos que alimentar y lo dejó.

Aunque a Jorge le dolió lo que su mamá le dijo, estaba contento porque lo había dejado allí.

Sin embargo, el lunes estaba desayunando con su abuelita cuando unos fuertes golpes se escucharon en la puerta, era su papá, quien iría a traer a Jorge y a golpes se lo llevó de regreso a su casa.

Él le advirtió que no quería que volviera a pasar eso y que si lo hacía otra vez, la golpiza sería peor. Jorge, muerto del miedo, sabiendo que su papá era violento regresó a su casa.

Al regresar, todo siguió como siempre y los gritos siguen siendo constantes. Su mamá y su papá pelean cada vez que se ven, su hermana ya empieza a tratar mal a su hijo y su tío ya no volvió a aparecer en su casa.

Jorge decidió ingresar a un grupo de jóvenes de la iglesia cristiana y ha empezado a sentirse mejor, pero cuando regresa a su casa las peleas y discusiones continúan.

Según él, cuando cumpla 18 años se irá de su casa, no le importa a dónde, pero asegura que ya no vivirá con sus padres. 

Todas las noticias, directamente a tu correo

Recibe todas las noticias destacadas de Relato.gt, una vez por semana, 0 spam.

¿Tienes un Relato por contar y quieres que nosotros lo hagamos por tí?

Haz click aquí
Comparte
Comparte