Sabemos que el alcohol lo podemos encontrar en las fiestas: bebemos, bailamos, lloramos, gritamos y nos la pasamos bien.
Antes de que digan que no tenía “nada que hacer” es todo lo contrario solo quiero divertirlos un poco. Resulta que el hermano menor de mi mejor amigo experimentó su primera goma ¡sí! Aquella que te deja con malestar todo un día, pero no es cualquier goma ¡oh no! Más bien es de aquellas que te recuerdas de todo lo que hiciste y te empiezas a matar de la risa. Por cuestiones de protección para el hermano de mi amigo (para que los papás no lo regañen jaja) vamos a conocerlo como flaco.
Resulta que flaco es un adolescente como cualquier otro, “normal”, decidió emprender camino hacia la madurez, él y sus amigos dispuestos a ser todos unos “don Juanes” esa noche, decidieron “echarse” un par de tragos antes de llegar a la casa donde se realizaba la fiesta. Conquistar a las chavas más bonitas era su objetivo. Ya sabemos como empieza todo este rollo, “vas a hablarle tú primero” no “mejor tú” “muchá, me está viendo creo que le gusto”, “vayamos todos juntos” etcétera y al final se quedan parados como estatuas viendo bailar a todo el mundo, diciendo entre ellos mismos: “Qué buena fiesta va”.
Al pasar las horas los muchachones deciden seguir tomando y resulta que a partir de ese momento todo iba a cambiar, empiezan a combinar diferentes tipos de alcohol, desde cerveza hasta tequila, vodka y ron, sabores que para el paladar son ¡deliciosos! (pero a la vez dañinos para la salud). Entonces flaco y sus amigos inexpertos en el tema, empiezan a sentir el efecto del alcohol y conforme pasa el tiempo cada vez es mas fuerte. ¿Qué creen que sucede después? ¡Exacto! Se la pasan bien, toman el valor para bailar con las chicas y todo es un gran jolgorio, hasta cuando el host decide terminar la fiesta.
Todos empiezan a retirarse y ellos sin tener el conocimiento de la gran responsabilidad que conlleva manejar en estado de ebriedad, siendo su primera vez que ingieren alcohol, menores de edad y sin licencia. Lo más inteligente que hicieron, fue llamar a mi amigo y a su servidor… ¿Qué quiero decir con todo esto? Muchas veces no pensamos en las consecuencias que conllevan nuestras acciones y mucho menos la responsabilidad que es crecer, obviamente a esa edad lo único que se quiere es pasarla bien y sin responsabilidades, pero no siempre va a ser así.
La diversión es buena y no digo que no hay que pasársela bien, pero siempre hay que estar consciente de nuestras decisiones, imagínense si ellos deciden manejar en ese estado ¿qué hubiera pasado? Se los dejo a su imaginación… ¡Ah! Por cierto, ya se imaginarán el regreso a casa, escucharlos cantar banda fue la guinda del pastel. ¿Cuál fue tu primera experiencia con el alcohol?