Luis David nunca dijo adiós
Era de madrugada, las 4:20 para ser exactos.
La camioneta sport en la que se conducía Luis David Archila perdió el control, sin explicación alguna aún, en la bajada a Vista Hermosa.
Un fuerte sonido, llantas rechinando y después silencio.
Luis conducía la camioneta sport 2011. Venía con tres amigos más, dos mujeres que quedaron severamente lastimadas y un hombre.
¿Pero por qué es interesante escribir de Luis?
Porque, este joven de gafas, que usted mira en las fotografías, era una persona sumamente querida en su círculo estudiantil y familiar.
Y lo que es más importante, no era solo un carro accidentado, era una persona que iba adentro con sueños, aspiraciones y una vida por delante.
El día que su cuerpo estaba siendo velado, Luis David Archila dejó ver la calidad de persona que era.
Los vehículos estacionados frente a la funeraria no cabían en la cuadra, porque todos los que lo conocían querían acompañar su cuerpo en su última noche sobre la tierra.
Tres años atrás, se graduó de Bioquímica en la Universidad del Valle.
De acuerdo a Amilcar Montejo, Intendente de EMETRA, en el Bulevar Vista Hermosa, ocurren 3 accidente de tránsito a la semana, porque las personas se duermen, manejan en estado de ebriedad o por choques provocados.
Eran un joven de 26 años de edad, que por sus méritos, actualmente era auxiliar de cátedra.
Bromista, y un poco tímido, pero molestón cuando tenía confianza con las personas a su alrededor. Así lo describen algunos de sus compañeros de aula.
Aunque otros prefieren no hablar de él y piden respeto para su familia y para Luis David.
Les acongoja recordar los buenos y malos momentos que compartieron juntos.
Luis David, originario de Mazatenango, era fanático de los videojuegos, también mantenía una filosofía de vida que resumía en una frase, When I go, I go hard, que interpretado sería cuando voy, voy con todo.
Sus primos le decían el Power Ranger rojo y en el muro una de sus primas le escribió que se llevaba una parte de sus corazones, y se había ido demasiado pronto, que no sabían qué iban a hacer sin él.
Ese era Luis, el chico de gafas que se robaba el corazón de las personas a su alrededor, y que una madrugada se fue sin decirle adiós a nadie.
El Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala (INACIF) destaca que en 8 meses se efectuaron 2,373 necropsias asociadas a accidentes de tránsito a nivel nacional.