Los Millennials nos jactamos por ser una generación diferente a las otras. La vida se ha vuelto una fiesta cada vez que se puede y el mejor lugar para la fiesta es en un bar o antro. Estas tendencias han sido trasladadas al espíritu universitario. No es nada raro ver algún bar o chupadero junto a tu centro de estudios. Como estudiante, a veces es bueno desconectarse y pasar un buen momento con amigos luego de clases.
Claro, según la Ley de alcoholes, bebidas alcohólicas y fermentadas, se prohíbe que haya ventas de alcohol en un perímetro de 100 metros en donde esté un centro de estudios. Sin embargo, varios bares y cantinas la han burlado para poder seguir con sus actividades, a pesar de esta ley.
Si estudias junto a la Mariano, USAC o la Landívar, entre otras, seguramente entiendes cómo es el entorno. Por eso, te cuento cuáles son los bares que han sobrevivido a ser clausurados y se localizan muy cerca de las universidades.
Universidad Rafael Landívar-Jacarandas
La mayoría de estudiantes de este centro estudiantil siguen lamentando el cierre de los otros dos grandes bares que existían como Bola 8 o El R. Por el momento, el único que queda cerca y tiene una afluencia considerable de gente es Jacarandas. Todos los bares junto a esta universidad tienen la fama de ser casas convertidas en bares y poco a poco han perdido afluencia. Los estudiantes han preferido migrar a zona 10 para poder pasar un buen rato y parece ser que los ratos libres entre clases terminaron con el cierre de El Reducto y Bola 8.
Universidad del Istmo-Hard Bar
Una estructura parecida a los bares de la Antigua Guatemala. Cuenta con dos pisos y un balcón. Tiene un concepto inspirado en la mítica Universidad de Harvard de Estados Unidos. Ha sido sugerido por los jóvenes por tener un buen ambiente y un precio módico. Una buena opción si lo que quieres es relajarte con tus amigos tras un día largo de clases. Sin duda, ha sido un fuerte sobreviviente entre los bares universitarios.
Universidad Mariano Gálvez-Donde Mike’s
Sencillo, un bar poco sorprendente. Es la imagen que tienes cuando piensas en un bar que por las mañanas permanece solitario. A partir del mediodía, conforme estudiantes salen a desconectar o entre materias, el bar empieza a conseguir afluencia de gente. Tiene un precio módico, por lo cual favorece a que la gente siga llegando. Por si nunca lo has visto, es justo donde hay una venta de shukos frente a la sede central. Ha logrado subsistir mucho tiempo gracias a que los precios y la cercanía con la universidad lo vuelva un escape rápido del ambiente de estudio.
Universidad de San Carlos de Guatemala-La Chicha
Era la competencia directa, en cuanto a fama para El Reducto, cuando aún existía. La Chicha ha sido tal vez un punto de referencia para los Sancarlistas, por el simple hecho que es barato y las ofertas sobresalen. Los estudiantes no me dejarán engañar que el lugar no es llamativo o bonito, pero cumple su función principal al ser un punto de reunión para pasar un rato con los amigos. Por el momento, el más fuerte entre los bares sobrevivientes.
Todos hemos ido a un lugar de estos, aunque sea por curiosidad. A veces es necesario solo descansar la mente y relajarte con el grupo. ¿Tú qué piensas? ¿Deberían empezar a clausurarse o no crean ningún problema seguir funcionando tan cerca de las universidades?