Se encaprichan, enojan, maltratan y pierden casi por completo sus sentidos. Sin embargo, su presencia es muy esencial en nuestras vidas. ¿Saben de quién hablo?
Conforme se avanza de edad, se pierden algunos beneficios del cuerpo como la agilidad, el equilibrio y la manera fácil de analizar las situaciones, así como entender el mundo actual y la tecnología.
¿Han tenido que lidiar con el comportamiento de una persona de la tercera edad?
Con ellos, el tiempo retrocede, algo así como el caso de Benjamin Button solo que desde la perspectiva mental.
¿Por qué vuelven a ser niños?
Así como los infantes, necesitan más atención y dedicación, ya que pierden capacidades físicas. Requieren ayuda para su cuidado personal, hacer actividades específicas y muchísima comprensión.
Y como ya había mencionado, disminuyen sus sentidos y las actividades se vuelven más difíciles de realizar. También sufren alteraciones de comportamiento y ánimo debido a la edad, entran en un estado de dependencia, al igual que un niño pequeño.
¡No estoy bromeando! Y no es algo malo, simplemente necesitan un poco más de paciencia.
¿Cómo identificar este comportamiento?
Realmente no quiere de mucha ciencia, sino ponerle más atención a la forma en la que se expresan y comportan.
El capricho
Sí, se encaprichan súper grueso, son más sensibles con sus sentimientos. ¡No quiero!, ¡yo puedo solo! Cuando claramente no es así. Se ponen sus moños, incluso para tomar algún medicamento o algo que sea beneficioso para ellos. Los niños actúan de la misma forma, por eso se hace la comparación del comportamiento. ¿Qué piensan ustedes?
La dieta
Ya no pueden comer algunos alimentos y no es tanto por algún problema en el estómago, sino es al momento de triturarlo. La mayoría de ancianos utiliza placa, pero aun así, la comida se les complica masticarla. A veces es necesario licuar el alimento para que puedan ingerirlo de mejor manera.
Pérdida de los sentidos
Hay quienes pierden la vista, así como el sentido de audición. La pérdida del volumen en el habla también es una señal. La facilidad de conversar también se pierde y cuesta entender lo que tratan de decir; las palabras las arrastran por lo que se debe prestar más atención para comprender lo que necesitan.
Enfado y agresividad
Algunos abuelitos son demasiado caprichosos, por medio de gestos y movimientos corporales expresan su molestia e incomodidad. Algunos insultan y otros intentan golpear a las demás personas por algún motivo o ninguno. La mayoría de veces es solamente un impulso.
¿Cómo lidiar con ellos?
Primero que nada debemos aceptar que algunos casos pueden ser más complicados de lo que pensamos, aceptar que la edad les ha llegado y que necesitan más atención sobre algo de lo que anteriormente requerían.
Paciencia
Tenganles paciencia muchis, si ustedes se estresan, ellos también lo harán. Eso puede ser un punto clave en la administración de medicamentos o al momento de ayudarlos en su aseo personal, ya que se encaprichan y se niegan a hacer algo.
Escucharlos
Por más que sea un tema que no les interese, ellos se toman el tiempo de contarles algo, aunque sea una historia que han escuchado millones de veces. Háganlo porque cuando ya no estén, seguro extrañarán sus voces contándoles las mismas historias de siempre.
Cuidado
Al cuidado no me refiero a vigilarlos (bueno, también) sino que deben ser más delicados en su aseo personal; recuerden que su piel se vuelve más sensible y menos resistente a accidentes así como su cuerpo en general.
Los ancianos, por más que algunas veces logren desesperarnos, son parte de la alegría de nuestros hogares que seguro si no están, dejan una huella muy profunda.
Cuidémoslos, amémoslos y sobre todo respetémoslos hasta su último día.
