El dicho a la prima se le arrima no está tan lejos de la realidad imagen

En algún momento de la vida conocemos a alguien que se ha besado con la prima. Esta es la historia de Natalia.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

En los momentos de infancia cuando se jugaba a la “casita” no faltaban los primos que eran “papá” y “mamá”, que a escondidas de las madres de ambos se daban besitos.

Esos eran juegos inofensivos, cuando los niños están en plena etapa para descubrir el mundo, pero hay casos en los cuales se convierten en realidad.

Esta es la historia de Natalia (nombre ficticio)

A Natalia, desde que era niña le gustaba jugar con muñecas y siempre hablaba del día en que se casara con su príncipe azul, pero todo cambió cuando tenía 5 años, sus papás se divorciaron y eso le afectó tanto que pensó que nunca se iba a casar.

Cuando Natalia tenía 7 años, su tía, la hermana de su mamá se fue a vivir a su casa, pues también se había dejado con el esposo, llegó con sus hijos, 2 hombres y una niña, similares a la edad de Natalia.

Ella estaba feliz de tener compañía para jugar con personas de su edad.

Les gustaba jugar de todo, pelota, escondite, muñecas, carros y hasta a la familia.

Pero como en todo lugar donde hay niños y niñas las peleas son habituales, a veces unos lloraban, otros reían y así iba creciendo Natalia en conjunto con sus primos.

Un día jugando a la “familia”, el primo de Natalia, José le pidió un beso en la boca, ella se sonrojó y respondió que no, él se fue y tampoco insistió.

Jugaron diferentes juegos por varias semanas y para el cumpleaños 9 de Natalia volvieron a jugar a la “casita”.

Esta vez, José le dijo que fuera su esposa en el juego, ella aceptó y la besó en los labios.

En ese momento, inició una historia que no terminaría del todo bien.

Durante 3 años, José y Natalia jugaron que eran esposos, incluso en el colegio cuando les preguntaban si eran hermanos o primos, ellos decían que estaban casados.

De pronto, llegó la etapa de la pubertad y la tía de Natalia se fue a vivir sola con sus hijos, para ella fue duro, pues habían crecido junto con sus primos.

Cuando Natalia cumplió 15 años le gustaba un muchacho al que invitó para su fiesta, pero en la celebración también estuvo su primo José, quien fue el chambelán en la fiesta.

Natalia se dio cuenta que le gustaban ambos, su amigo y su primo.

Natalia consideraba que salir con un primo sería un problema en su familia y decidió que se haría novia de su amigo.

Pasaron varios años de la relación, pero no había día en el que Natalia no pensara en José, que le gustaría que la besara, abrazara y hasta le hiciera el amor.




Un día, José fue de visita a la casa de Natalia, donde antes habían vivido juntos y entre broma le recordó cuando eran niños y cómo se habían besado. Ella, sin titubear le dijo que sería bueno volverlo a intentar y se lanzó sobre él para besarlo apasionadamente. Las cosas se salieron de control y tuvieron sexo.

Natalia le dijo a él que siempre lo había querido, no solo como primo sino como algo más, José le respondió que siempre la había amado y deseado, pero que tenía novio. Dijo que debía retirarse antes que llegara su tía, porque no sabía cómo iba a reaccionar al verlos juntos.

José se fue y Natalia a los pocos días decidió terminar con su novio para buscar a su primo.

Ellos al poco tiempo se hicieron novios, pero sin que supiera su familia, porque no sabían qué iba a pasar.

En secreto estuvieron juntos por un año, sin embargo algo cambió sus planes y es que Natalia resultó embarazada de su primo.




Natalia enfrentó a su familia y les dijo la verdad. La madre la obligó a casarse con su primo José y tuvieron a su hijo.

Pero, los problemas no se detuvieron si no se incrementaron, la familia empezó a rechazar la decisión de ambos de estar juntos y las peleas se hicieron constantes, a tal grado que Natalia y José se separaron a los 5 años de estar juntos.

Y el temor de Natalia se hizo una realidad.

De eso han pasado 5 años y Natalia aún no logra olvidar el amor que sentía por su primo José.

Según la psicóloga, Leticia Guerra, lo que le pasó a Natalia es producto que cuando era joven tuvo un rompimiento en su vida y eso fue motivo para que ella buscara amor en las personas más cercanas, pero no de la mejor manera.

La experta señaló que era muy común que entre primos hubiera atracción, pero no al grado de casarse. Lo que ella señala es que a Natalia le faltó amor durante su niñez y lo buscaba en la forma masculina, por eso miraba a José, con ojos diferentes a los familiares.

Para la psicóloga, ahora Natalia tendría que someterse a terapia constante, para que pueda enfrentar situaciones de su vida que afectaron en la edad adulta. 

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