Dos adolescentes, un error y un linchamiento en las redes imagen

Como un momento de diversión puede terminar en un error, y revelar una sociedad intolerante que, criminaliza una acción, sin antes haber escuchado el otro lado de la historia

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Dos adolescentes, un error y un linchamiento en las redes




Aquel sábado, Pedro y Sebastián ya tenían un plan para la tarde. Ambos adolescentes de 16 años de edad, pasaron en un restaurante de comida rápida y después se enfilaron hacia un cementerio ubicado en Mixco para distraerse un poco volando un dron.

La tarde estaba nublada, y ellos, como cualquier adolescente, pensaron en ir a jugar a un campo de Gotcha, ubicado cerca de Ciudad San Cristóbal. Llevaban consigo una de las pistolas de aire comprimido de las que se usan para disparar. Era prestada infiere uno de los jóvenes. 

Al final optaron por no irse a divertir porque podía llover y se mojarían.

Se conducían por el bulevar San Cristóbal, en automóvil gris, caía la tarde, y quisieron probar la pistola apuntando hacia los árboles que hay en el arriate central.

Los adolescentes, no se percataron que entre los troncos iban caminando dos hombres. Dispararon y siguieron la marcha.

Tomaron el siguiente retorno, y volvieron a apuntar a los árboles para acertar de nuevo a los troncos. Pero esta vez, para su mala suerte, desatinaron y dieron en el brazo de uno de los dos hombres que iban en el arriate. Las bolas de pintura salen rápidamente por la compresión del aire que una tras otra impactaron sobre el mismo cuerpo.

Los adolescentes no se percataron que a quien realmente habían acertado era un bombero voluntario, que intentaba cruzar la calle junto a su compañero. Más tarde, al ver las noticias, se llevaron una gran sorpresa.

Llorando contaron todo a sus papás. Vídeo pidiendo perdón

Minutos después el papá de Pedro y el hermano mayor de Sebastián, se dirigieron con los adolescentes a la estación de bomberos de San Cristóbal para enfrentar las consecuencias de lo ocurrido.

En una plática sostenida con el comandante de los bomberos y los dos voluntarios afectados, se concluyó que no iban a proceder penalmente. Les dieron una plática a los jóvenes sobre lo grave de sus acciones y les pidieron hacer trabajo comunitario para resarcir el daño hecho, el cual deberán cumplir de viernes a domingo.

Limpiar la sede, la motobomba y otras tareas que les encomienden.




Sin embargo y sin tener la información de los hechos, las redes sociales se volcaron a soliviantar los ánimos en la población, incitando a la violencia contra los adolescentes, hasta llegar al extremo de pedir que los lincharan y los quemaran.

A pesar de ser menores de edad, circularon en páginas sociales las fotos con los rostros de los adolescentes, extraídas de sus redes sociales, y muchos condenaron el hecho ocurrido como un acto criminal, violento y pidieron la cárcel.

El comandante de la estación de Bomberos Voluntarios, al contrario, externó su postura, al indicar que el servicio comunitario, ante estas acciones de los adolescentes es mejor que encerrarlos en una cárcel con delincuentes.

Pablo Melgar, papá de uno de los adolescentes pidió perdón a la población por el daño ocasionado por su hijo y un amigo, y en un vídeo solicitó que se dejara de atacarlos tras señalarlos de criminales, cuando lo que cometieron fue un error del cual ellos ya pidieron perdón.

Foto 

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