Descuartizar, un mensaje para la sociedad imagen

El Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala (Inacif) reportó que durante 2015 sus técnicos realizaron necropsias a casi 40 cuerpos descuartizados, hombres en su mayoría.

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En definitiva, leer novelas policiales es mi vocación; y claro, escribirlas también. Sin embargo, como se dice popularmente, el papel aguanta con todo. Es decir que cuando la realidad supera a la ficción, como en esta Guatemala –que se podría decir que es la escena del crimen más grande–, la situación cambia o se torna más interesante. Es por eso que este Relato habla sobre descuartizamientos, que en el país han ido in crescendo desde 2007. 

Existen casos relevantes, que han puesto a llorar a lectores y televidentes. El Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala (Inacif) reportó que durante el 2015 sus técnicos realizaron necropsias a casi 40 cuerpos descuartizados, hombres en su mayoría.

Casos emblemáticos

Uno de los casos conocidos es el de un hombre de 22 años, quien fue detenido este año (2016) tras ser acusado de varios descuartizamientos. Edwin Alberto Méndez Díaz, conocido también como Andrés Israel Lara Quiroz, quien utilizaba los seudónimos de el Little o Pequeño Maniático, según las autoridades, habría sido junto con otros pandilleros el responsable de al menos dos desmembramientos que buscaban enviar un mensaje al alcalde de Mixco. Partes de los cuerpos fueron dejados frente a la municipalidad y cerca de la vivienda del jefe edil.

Tres años antes, en agosto de 2013 fue capturado Abrahan Vinicio Arrieta Rivera, un pandillero de la Mara 18 conocido como Pericles, quien fue señalado de descuartizar a una de sus víctimas en el barranco de la colonia Lo de Bran. Arrieta había sido capturado en abril del mismo año, acusado de haber asesinado a un inspector de la Policía Nacional Civil. Las autoridades le atribuían ser el coordinador de logística de extorsiones y sicariato en la pandilla.

En el 2012 otra noticia de un descuartizamiento causó impacto. José David Morales Minervini había asesinado a Paul Siliézar Gómez, un amigo, quien tenía una deuda por la compra de una motocicleta. Tras disparar, Morales descuartizó al deudor y enterró los restos en un pozo. El desmembramiento ocurrió en 2009 y habría quedado en la impunidad de no ser porque el pastor de una iglesia a la que asistía Morales habló sobre el hecho a las autoridades después de que este se lo contara.

Vamos por partes

Cuando existe un castigo por una traición, un crimen pasional, un ajuste de cuentas, un venganza, no alcanza solamente con matar a la víctima. Como que la muerte se ha quedado corta, pues más allá del hueso y la carne ya inerte hay que seguir castigando. Hay que mostrar poder, manifestar ira, convencer a los demás de que se publique el hecho y a los familiares cercanos o amigos de las víctimas decirles que sufran como ninguno lo haya hecho anteriormente, que les provoque escalofrío y se les corte la respiración.

Y  es precisamente escalofrío lo que se siente por todo el cuerpo cuando frente a nuestros propios ojos aparecen imágenes diluidas en pantallas, donde atrás de ese efecto –como si hubieran exhalado aliento– hay brazos, piernas, cabezas, dedos, genitales dentro de bolsas plásticas negras, como representando basura, deshechos o algo que no tiene ningún valor.

Descuartizar o desmembrar

Aunque los dos son actos salvajes y tienen como fin cortar en pedazos a las víctimas, la diferencia –según la opinión de expertos– es que el desmembramiento se realiza cuando la víctima se encuentra con vida; descuartizar es cuando está finada. Sin lugar a dudas, son acciones ejecutadas por personas con características especiales en el plano sicológico.

¿Perfil?

En conversación con Federico Reyes, doctor en Criminología, este tipo de criminales son personas que necesitan probar que pueden realizar los actos sin mayor remordimiento. No es necesario el sufrimiento propio para poder infringirlo en otros. Eso sí, el desapego a la vida y a los valores éticos es lo que los caracteriza, agrega el experto. Además, señala que en el caso de personas que han sido capturadas por estos señalamientos se trata de jóvenes de ambos sexos, de grupos delincuenciales (pandillas y maras) y no necesariamente de hogares disfuncionales; algunos sí, otros no. Asimismo, el sentido de pertenencia al realizar estos actos puede ser cimentación de género. En el caso de los hombres,  se afianzan como líderes violentos y poco tolerantes; las mujeres suelen participar como denunciantes, cómplices al momento de violación sexual y partícipes en agresiones físicas.

LOS RESPONSABLES

Para el doctor Reyes, a estas personas se les relaciona principalmente con maras, pandillas y crimen organizado. Los motivos pueden variar: infringir dolor físico y emocional, enviar mensaje de pertenencia territorial, retar a las autoridades, aprovechar vacíos de poder y, sobre todo, la impunidad e inmunidad del país.

También la conjunción de pandillas con crimen organizado puede propiciar que se den estos hechos. Es una forma de desviar la atención pública y, en una sociedad altamente afectada por la criminalidad, puede ser utilizada para jugar, primero con la vida de las víctimas, segundo con la familia, tercero con grupos de pertenencia delictiva y por último para convertirse de modus operandi a modus vivendi.

La investigación de estos crímenes es bastante compleja. No solamente es el hecho criminal, sino las motivaciones alrededor de la razón de realizarlo, hora y lugar donde se llevó a cabo; si el seccionamiento ocurrió durante la vida (vitalidad) de la víctima o después de muerta (sin vitalidad); y, por último, si existe conexión con otros hechos similares.



Proceso genético de extracción de hueso de personas xx para identificarlas después de haber sido descuartizadas. Foto: INACIF

Dos preguntas a quemarropa al experto

1. ¿Existe un mensaje para la sociedad tras descuartizar a una víctima?

– El mensaje es claro para, la familia de la víctima, grupo criminal propio y ajeno, autoridades y sociedad. Es el poder controlar y decidir sobre la vida de una persona con total inmunidad e impunidad, el desprecio a la vida y los valores éticos de cada sociedad. Asimismo, el utilizar “herramientas” de corte, como machete, hacha, cuchillo y cualquier otro objeto corto-contundente o punzo-cortante denota que el ser humano racional está al mismo nivel de otro ser vivo irracional que merece ser tratado como tal, descuartizándolo, desmembrándolo o seccionándolo.

Finalmente, el depositarlo en bolsas plásticas como despojo, basura o algo sin importancia también muestra que no existen límites y  que lo pueden hacer a cualquier hora, lugar y fecha con total impunidad.

2. ¿Cuál es el sentir de un asesino/sicario al descuartizar a su víctima?

– Antes que todo, la mayoría de personas que realizan esto forman parte de un grupo más grande, que exige dentro de su forma de control este tipo de castigo o justicia interna. Son actividades designadas para personas en especial, que han demostrado poco apego a la vida y el sentir del dolor ajeno. Los siquiatras y sicólogos los llaman sociópatas. En el mundo diario solo sienten que su trabajo es reconocido por la prensa y los investigadores, pero que difícilmente serán capturados.

El sentir físico involucra emoción y mostrar un lado débil. Por lo tanto, si sienten algo no lo demuestran. Es solo el ejercer poder y sumisión en alguien a quien generalmente han abusado física y mentalmente, torturado. Es también hacerle sentir inútil e indefenso. Las regiones corporales que involucren tejido óseo y muscular tienden a generar más dolor que las articulaciones, ya que estas últimas son áreas diseñadas para doblarse; no así los tercios medios de las extremidades.

Otro grupo serían los narcotraficantes, carteles y crimen organizado, quienes descuartizan a personas que los han traicionado con robo de droga y/o dinero. Utilizan motosierras y objetos corto-contundentes para descuartizar y enviar mensajes de “no traición” y ser “cero” permisivos en la alteración del círculo del crimen organizado. Cortes de cuello y genitales son los ejemplos mayormente encontrados en este tipo de descuartizamiento.

En la historia

Para el doctor Reyes, los descuartizamientos han sido históricos desde tiempos bíblicos, como en la Era de Bronce, en épocas medievales y durante la Inquisición. Esto para generar respeto por Estados autoritarios. Francia, España, Alemania, Hungría y la ex Unión Soviética fueron en Europa los mayores exponentes. En Asia, como China y Japón, también lo practicaron como parte de sus rituales y como castigo a los que traicionaban las órdenes de los emperadores. En América Latina, las civilizaciones Inca, Azteca y Maya han reportado en códices que lo practicaron como parte de rituales, aunque no se tiene conocimiento de que haya sido como efecto punitivo.

Por otro lado, el doctor Oswaldo Chinchilla Mazariegos, en su texto “Desollamiento y descuartizamiento, modalidades de sacrificio humano en la Costa Sur de Guatemala”, profundiza en este tema en el caso de culturas prehispánicas de esta región: “El descuartizamiento fue otra modalidad de sacrificio humano que debió practicarse ampliamente en la Costa Sur y fue objeto de especial atención en las esculturas de Cotzumalguapa. Esta práctica está relacionada con la decapitación, que fue objeto de gran atención desde el Preclásico Tardío, en las esculturas de Izapa, El Jobo, Chocola, y Kaminaljuyu. Sin embargo, las escenas de decapitación no aluden en forma alguna a la remoción de los miembros del cuerpo y deben considerarse formas de sacrificio diferentes”.

Ahora bien, desde el surgimiento y auge del crimen organizado en América, los descuartizamientos han sido muestra de poder y forma de mantener control territorial. En Guatemala, a partir del año 2007 se han incrementado los descuartizamientos a nivel nacional, mayormente en las zonas 7, 11 y 18 de la ciudad capital y en los departamentos de Escuintla y Jalapa.

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