A los 40 nadie te da trabajo imagen

Fui visitador médico del año en varios laboratorios, gané premios y trofeos. Pero el paso del tiempo me pasó la factura, como también me la pasaron las empresas y la sociedad doble moral.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Hola como están, mi nombre es Mauricio soy Licenciado en Administración de Empresas, tengo 43 años y estoy desempleado.

Desde los 18 años que me gradué de la secundaria mi papá me llevó a la empresa distribuidora de medicinas donde me consiguió chance un su amigo y allí me inicié el mundo de las ventas. Don Lico, el compa de mi viejito era el mejor vendedor rutero y visitador médico que conocí en mi vida. Sus enseñanzas marcaron mi existencia para ser un buen trabajador.




“Debés tener confianza en vos mismo patojo, sacá tu personalidad y siempre sonreí” eran sus palabras para mí todas las mañanas, nunca lo olvidaré. Con ese viejo conocí a muchos de los mejores médicos de todo el país, los mejores hospitales y centros médicos, me enseñó que el trabajo es la base de una vida plena. Y que no me preocupara por el futuro si el presente es bueno.

Si Don Lico estuviera vivo hoy en esta Guatemala, creo que pensaría todo lo contrario. Desafortunadamente dos ladrones le arrebataron la vida por robarle su carro frente a la empresa donde dejó su vida, trabajo y esfuerzo. Ni la caja le quiso pagar a su viuda la compañía.

No se las voy a hacer larga, las famosas reorganizaciones me dejaron sin trabajo. Su excusa o “paja” como yo lo digo, fue que la crisis estaba golpeando la liquidez de la empresa, pero la realidad era otra. Mi trabajo fue ocupado por dos patojos, les dividieron mi sueldo en dos, se quedaron y a mí me sacaron la roja.




Ese es el gran problema de los empresarios miopes de Guatemala, pero también de la sociedad en la que vivimos, prefieren tener a alguien que por necesidad acepte menos salario, aunque el trabajo no salga bien. Qué importan mis 22 años de experiencia, mi cartón de la U, mis premios de visitador del año, mis trofeos de ventas, nadie me quiere dar trabajo por mi edad.

He visitado un sinfín de laboratorios, casas médicas, distribuidoras, incluso farmacias para que puedan aprovechar mi conocimiento, mi facilidad para las ventas, pero nada. Aquí es donde vienen a influir otros factores claves en Guatemala, sin cuello no entras a ningún lado, pues incluso a varias convocatorias de instituciones de gobierno he ido y ni siquiera me llaman a entrevista.




Los empresarios deben abrir sus ojos y no desperdiciar nuestra experiencia, luego de los 40 años los seres humanos somos más responsables, sabemos qué es lo que queremos. Yo tengo 3 hijos y una esposa a la que tengo que apoyar, y desde hace tres años que dejé de trabajar me ha llevado la “chingada”, gracias a Dios mi esposa tiene un buen trabajo, igual que mi hijo mayor que también ya labora y ellos me apoyan con los gastos de la casa.

Yo para mientras desde mi casa, uso mi carro de taxi pirata para los vecinos de la colonia, me tuve que pasar a la informalidad, donde no pago impuestos, con mi retiro a la fuerza el estado perdió a un contribuyente de los buenos, de los cumplidores.

Ojalá que el Ministerio de Trabajo, en la próxima feria del empleo que haga, tenga en cuenta a los mayores de 40 años para reinsertarse en el mercado laboral, porque nosotros también tenemos necesidad, tenemos familias y solamente pedimos una nueva oportunidad.

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