El Papa Francisco recibió hace algunos días un lujoso regalo de parte de Lamborghini, que cualquiera se volvería santo con tal de recibir. Se trata de un Huracán RWD Coupé, que le fue entregado en la Ciudad del Vaticano, el cual tiene los colores de su bandera (blanco y amarillo). Claro, el Sumo Pontífice no lo usaría mucho y decidió subastarlo para recaudar fondos y usarlos en causas benéficas.
Aunque decidiese subastarlo, el carro es una joya y seguro cualquiera quisiera tener. Con una potencia de 580 caballos de fuerza y 7 velocidades, es difícil imaginarse al Papa cruzando las carreteras a esa velocidad. Tiene la capacidad de 320 km/h como velocidad máxima y acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 3.4 segundos.
Que alguien te dé un regalo tan costoso seguro lo tendrías que agradecer. Este modelo cuesta alrededor de US$240 mil (aproximadamente Q1.5 millones). Con esa cantidad de dinero seguro podrías comprar una casa en Guatemala cómodamente y todavía sobraría.
Su motor V10 lo hace ser una joya automotriz. Sus interiores de cuero le dan una comodidad, mientras andas como bala en el camino. Esto y más tiene el último regalo del Papa.
NO ES EL ÚNICO LUJO DE REGALO
El Papa Francisco, una figura importante a nivel mundial, siempre está rodeado de personas que seguro quieren su atención. Algunos regalos no son mal vistos, pero los ha decidido subastar y entre ellos destaca una Harley Davidson Dyna Super Glide Custom del 2013. La motocicleta tenía la firma del Santo Padre en el tanque de gasolina y era conmemorativa a los 110 años de la compañía fabricante estadounidense. Por este regalo logró recaudar más de US$230 mil.
Balones de fútbol firmados por equipos famosos, relojes, pinturas costosas y muchísimos más artículos ha recibido el Papa como regalo. Algunas de ellas ha decidido conservarlas y no subastarlas (ya que es apasionado por el fútbol y el arte).
¿Imaginas si tuviera una exhibición de los regalos? ¿Qué harías si estuvieras en su posición? ¿Subastarías todo o lo conservarías?
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