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Fuente: pexels.com

Hace algún tiempo escuché una historia que pronunciaban un par de jóvenes, quienes mientras contaban su historia se apretaban y entrelazaban sus manos.

Al inicio de esta historia, el rostro de ambos reflejaba felicidad por un hermoso recuerdo que tan solo duró 18 días. Sus palabras y expresiones desvelaban que han sido los mejores días de sus vidas.

Una joven pareja que no estaba casada, sin embargo, el compromiso de ambos en la relación se veía reflejada en los más de 6 años de relación. El cuarto año fue la época más feliz y dichosa, pero al mismo tiempo la más triste y devastadora para sus vidas. Pero aún siguen juntos y se aman como solo ellos saben hacerlo, son extraordinarios.

Cuando celebraron su cuarto año de relación quedaron embarazados, ambos lo esperaban. En palabras de ellos “ya era hora de un baby”. Incluso desde el tercer año de noviazgo habían estado intentándolo, pero nada había resultado.

Todo el embarazo fue maravillosamente saludable para ambas, nada fuera de lo normal, las dos estaban sanas, fuertes y llenas de vida. Catalina nació tan solo 4 días antes de lo esperado, 8.5 libras y 55 centímetros que iluminó la vida de Alejandro y Celeste.

Como todo marchaba perfectamente, el sanatorio en el que estaban, permitió las visitas al día siguiente del nacimiento de la pequeña Catalina. Como ya habían pagado previamente dos días, por cualquier inconveniente, dispusieron a gozar de la estancia y quedarse los dos días.



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Así que el día que nació Catalina comenzó a recibir junto a su mami y papi visitas de familiares y amigos. Recuerdan haber recibido a no menos de 25 personas durante las 10:30 y 16:30 horas del segundo día. Luego prepararían todo para regresar a casa por primera vez con la bebé en brazos.

Durante los primeros días todo era normal, una bebé normal y sana. La familia continuaba recibiendo algunas visitas. Cuando llegó el quinto día, un cambio repentino sucedió en la salud de Catalina.

Un diagnóstico devastador y *reservado*, estaba enferma de una extraña enfermedad que se transmite de la misma manera que el herpes labial, que estaba acabando con la vida de su pequeña hija.

Inmediatamente, se dispusieron a realizarle los exámenes correspondientes para comprobar si eran ellos los portadores del virus, para así comprender a qué se enfrentaban. Las pruebas resultaron negativas. No eran ellos quienes estaban acabando con la vida de su hija.

Los días transcurrían, la salud de la baby era estable por momentos, aunque no empeoraba tampoco mejoraba. Sus padres Alejandro y Celeste recuerdan el día quinceavo de su vida, que se llenó de esperanza al ver a su beba más lucida y llena de vida. Parecía aún más fuerte que cuando nació, aunque no podían apartarla de los aparatos tuvieron la dicha de poder acariciarla durante casi todo el día.



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Tenían la certeza que solo habían sido 10 días de agonía y desesperación, todo volvería a la normalidad. Así como casi siempre suceden con las fuertes gripes, todo vuelve a retomar el rumbo luego de un tiempo. 

Ese día soñaron cómo sería su primera Semana Santa juntos, a dónde irían para esos días, debía ser un sitio cómodo, puesto que Catalina tan solo tendría 6 meses de nacida. Discutieron por un par de alternativas (que si es muy caro, o llega mucha gente, etcétera). Pero de repente, los dos comenzaron a reír, pero sin carcajadas, puesto que la baby dormía, comentaron que una tarde les bastó para planificar lo que hubiese sido su vida con Catalina.

A la mañana siguiente, Catalina decayó, así pasó dos días más hasta que con tan solo 18 días de vida murió en los brazos de sus papis.

La enfermedad que la mató fue contagiada por una de las visitas que recibió durante sus primeros 5 días de vida, sus padres no eran portadores de esa enfermedad, seguramente sí lo era algún familiar o amigo.

Comprenderás que luego de 2 años y unos días de su muerte, el dolor de la pareja al contar su historia termina con un profundo y fundido abrazo entre ambos. Nada ha vuelto a hacer lo mismo. El amor entre ambos ha madurado y crecido, ha sido firme. Hace solo unos meses se casaron y esperan intentar quedar embarazados el próximo año.

Asimismo, me compartieron unos consejos que ellos se han encargado de difundir a las madres a punto de dar a luz, para que ellas se los compartan a sus futuras visitas.




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