Semana Santa, sin sexo en la ciudad imagen

Sin carros no hay clientes, por Q75. tenés 15 minutos de placer, aunque en estos días la gente ve mal el trabajo sexual de las mujeres en la calle.

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El ambiente del Centro Histórico capitalino es muy característico de la vida urbana. En el día las actividades comerciales, la movilidad de las personas y el transporte es contínua, no para.

En la noche la zona 1 se transforma, se ve todo lo contrario a lo que ocurre en el día, eso hace que quienes gustan de lo que ofrece la vida nocturna la frecuenten.

En bares y restaurantes la gente busca como pasarla bien, sola o acompañada. Algunos encuentros entre hombres y mujeres terminan en el desahogo sexual del día. Otros prefieren obtener diversión, entretenimiento o momentos de relajación total, con las mujeres trabajadoras del sexo que están en la vía pública.

Colindante con la Dirección General de la Policía Nacional Civil, sobre la 14 avenida, está la antigua línea del tren, por años conocida como el máximo referente cuando se habla del trabajo sexual en la ciudad.

En cada puerta, de cada cuarto, hay de dos a tres mujeres que ofrecen sus servicios a todo cliente que esté dispuesto a pagar, sin importar la raza, condición económica, edad o religión. La China es una de ellas.

En la 12 avenida y 2a. calle de la zona 1, se ubica el Cerrito del Carmen, otro lugar de referencia cuando se habla de la labor sexual en la capital. Aquí, ellas se muestran en las puertas de pensiones y hoteles, como lo ha hecho Sofi durante diez años.



Por autonomía, las mujeres trabajan sexualmente en la calle. Foto: Erick Girón

La afluencia de comerciantes, compradores y viajeros hace que La Terminal de la zona 4, sea otro lugar donde la actividad sexual empieza a las 4 de la mañana y termina a las 9 de la noche. Aquí trabajan Tiffany y Candy.

En este sector, sobre la 5a. avenida, se encuentra el Callejón de los Amores. “Hay una floristería a donde llegan los hombres a comprar arreglos para sus parejas, pero antes pasan con una para echar un su polvito” exclama con picardía Tiffany.

En La Línea, El Cerrito del Carmen y La Terminal, la actividad sexual puede ser a cualquier hora. Q 75. por 15 minutos es el punto de partida para tener un encuentro sexual con una mujer.

Durante la noche, el lugar de preferencia para que las mujeres trabajen en el Centro Histórico, es de la 3a. a la 5a. avenidas, entre la 13 y 9 calles. Refieren que los clientes que llegan en carro pagan bien y si quedan satisfechos no dudan en dejar una buena propina.

Para Candy, como en toda actividad comercial, el éxito es dar un buen servicio “hay clientes que pagan hasta Q300. por los 15 minutos, otros dejan más dinero solo por hacerlos sentir bien, o te dicen me gustó tu tanga, aquí te dejo para que te compres otra”.

La China y Sofi son guatemaltecas, laboran en la zona 1, en estos días tendrán que buscar lugares donde no haya iglesias, alfombras o procesiones para poder trabajar. Tiffany y Candy trabajan en La Terminal, las dos son extranjeras y en Semana Santa van visitar a sus familias, porque en estos días el trabajo es escaso refieren.

¡Cuidadito y me mirÁs!

En Semana Santa, el Centro Histórico capitalino es tomado por los vecinos. Calles y avenidas son cerradas, la gente camina, ve alfombras o carga procesiones, por lo que la demanda del trabajo sexual disminuye.

“Cuando pasó la procesión cerca de la línea nos fue mal, a las ocho de la mañana que llegamos ya estaban haciendo alfombras, para las tres de la tarde no me había caído nada, me regresé a la casa sin ganar ni un centavo”, comenta Sofi.



Los estigmas sociales hacen difícil  la vida de las mujeres trabajadoras del sexo.

El ambiente de la Semana Mayor es muy familiar, es común ver a muchos hombres compartir sus días de descanso con esposas e hijos, para las mujeres trabajadoras del sexo eso se hace por apariencia.

La China recuerda que en la procesión del Viernes de Dolores se topó con un cliente que al verla se hizo el loco, “cuando me vio no sabía ni dónde meter la cara, apenas me miró de reojo, como quien dice ni te conozco, pensé que andaba con la mujer o su amante, porque yo no soy nada de él”.

Para muchos Semana Santa es playa, piscina, viajar o quedarse en casa y olvidarse por completo del trabajo, para las trabajadoras del sexo es una mala temporada, donde dejan de ganar dinero. Con alfombras y procesiones no se pude transitar por la zona , si no hay carros no hay clientes para ellas y un encuentro con uno es mal visto por la gente en estos días, aunque en otras ocasiones pasa desapercibido. 

El lunes de pascua la ciudad vuelve a su estado habitual y en la zona 1 las mujeres trabajadoras del sexo volverán a reclamar calles y avenidas, dispuestas a complacer al cliente que demande sus servicios laborales.

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