Era la mañana de lunes en la ciudad capital, cuando los conductores transitaban normalmente en la zona 1, de pronto algo cambió.
Una camioneta tipo agrícola y placas mexicanas, en su paso por la zona 1, atropelló a 4 motoristas, entre ellos a una mujer embarazada. Pero no se detuvo, siguió por varias calles y avenidas, hasta que arrolló a unos agentes de la PMT, la persecución del conductor terminó en la zona 2.
Al observar que la Policía Nacional Civil lo estaba persiguiendo, una de sus ideas fue matarse.
El hombre fue identificado como José Alfredo Lorenzo Valentín, de 28 años, de nacionalidad mexicana, quien se intentó cortar el cuello. Las heridas fueron superficiales y al poco tiempo salió del hospital con destino a la Torre de Tribunales.
Algo que llamó la atención de muchas personas, cuando el hombre por fin se detuvo, fue que escribió con su sangre en varios lugares de la camioneta “Jehová”.
Los bomberos reportaron que fueron 5 las personas que resultaron heridas al ser atropelladas.
Las víctimas fueron identificadas como Edgar José Gómez Lara, de 21 años, Julio César Gómez Chilel, de 35 años, quien iba acompañado de Lourdes Nineth Martínez Jordán, de 31 años, con siete meses de gestación.
Luego de este hecho, José Lorenzo intentó darse a la fuga y como resultado atropelló a dos agentes de Policía Municipal de Tránsito, Juan Carlos Cumar y Luigi Mejía.
En uno de los casos más sonados de atropellamiento a personas fue el de Jabes Meda, quien al acelerar su carro dejó heridos a más de 12 estudiantes del Instituto Comercio 2. Una de las víctimas perdió una pierna y falleció a los 3 días en el hospital.
Muchas veces uno se pregunta qué pasa por la cabeza de estas personas cuando arrollan a otras, pero qué sucedería si fuéramos nosotros los que atropellamos a alguien en el tránsito.
Peor aún, qué pasaría si nuestra hermana, mamá, novia, esposa, amiga era la mujer que estaba embarazada y ahora herida por un carro que no se detuvo.
En algunos lugares rumoreaban que era posible que José Lorenzo estuviera bajo efectos de alguna sustancia ilícita, porque las características y actitudes no coinciden con una persona normal.
La policía llevó a los agentes K9 para inspeccionar el carro, pero no encontraron nada.
Estos son casos famosos, pero en la ciudad hay otros que no se vuelven noticia y en las cuales las personas no se responsabilizan de sus actos.
¿Qué pasaría por la cabeza de este hombre que atropelló a los motoristas?
No lo sabemos, pero sin duda la mujer que estaba embarazada pasó un gran susto.