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Desde hace algunos meses Alfredo y un manojo de amigos han discutido el impacto que tendrá la nueva sede de la embajada Estadounidense en su ritmo de vida. Ellos han vivido en zona 16 desde niños, hijos de familias que heredaron terrenos y que han vendido sus jardines donde ahora se alzan edificios o complejos habitacionales.

La Nueva “Casa blanca en guatemala”

Por la naturaleza de la seguridad que conlleva la sede de la misión diplomática, poco se sabe del edificio nuevo. Una imagen que proporcionaron los arquitectos del proyecto, Paredes Alemán, es todo lo que se conoce.

Sin embargo desde hace un mes medio hay un contenedor blanco estacionado en el terreno. Además de este, se ve maquinaria realizando movimientos de tierra, la habilitación de un carril auxiliar y el posteado para una malla que circulará la obra.

Respecto del tiempo estimado, se cree que la misma pueda demorar varios años, fecha en que el anfitrión de la sede será el sustituto de Todd Robinson. Para entonces el polémico embajador seguirá siendo un referente en el imaginario chapín, por sus posturas progresistas e innovadoras.

Disgusto en secreto

Desde que se supo que la misión diplomática estadounidense cambiaría su sede, de la Avenida de la Reforma a la zona 16, Alfredo y sus vecinos han entrado en polémica. Algunos ven con buenos ojos y hasta con ínfulas de “clase medieros” recién estrenados, luego de la venta de sus terrenos familiares, aseguran que la llegada dará plusvalía al sector.

Verónica, madre de tres, es una entusiasta de los nuevos vecinos. Para ella estos traerán consigo seguridad, “Mire solo hay que ver como los cuidan y eso nos debería dar tranquilidad, habrá policías y patrullas rondando el sector”, sostiene.

Otros, bastante mas radicales y con un sentimiento anti Todd Robinson, no dejan de recordar el incidente de los años 80, donde los maceteros que hoy se encuentran frente a la sede de la “embajada” en Reforma fueron puestos. “Se agarraron un carril y a cambio pavimentaron la avenida de la Reforma”, recuerda Luis.

Y es este recuerdo el que ha generado, que a voces muy calladas, en los pasillos del Centro Comercial Santa Amelia se discuta sobre el monumental proyecto.




Bien dicen, comenta Renato, quien recientemente vendió la casa de sus papas a un desarrollador, que por el tamaño del edificio de su embajada se conoce la influencia norteamericana en un país. “Sino vean a El Salvador, con dólar y todo”, agrega.

Sin embargo las voces de descontento de Alfredo y sus amigos no llega a otro palacio, al de “La Loba”. Carlos Sandoval, vocero de la Municipalidad, asegura que no hay quejas de vecinos por el proyecto. “Hay algunos que todavía no saben”, asegura.




Las teorías de los vecinos

Lo cierto del caso es que quienes no ven con buenos ojos el cambio de la sede del “Salón del Trono”, como les ha dado por llamar al nuevo edificio, manejan todo tipo de teorías. Algunos se plantean los problemas de circulación que un edificio tan visitado pueda traer.

Anabella, residente de San Isidro, asegura que habrá caos. “Tanta gente viniendo hacer tramites, oficinas de fotógrafos, oficinas de tramitadores y ventas de comida, seguro van proliferar en el sector”, asegura.

Otros van mas lejos y tratan de sembrar entre los vecinos la paranoia sobre los peligros de un ataque terrorista.

Una muestra, recuerda, la dan los atentados que se dieron en Kenya y Tanzania en 1998. “Ha pasado y nadie puede negarlo”, pregunta Estuardo.

“Y que pasa si ponen una bomba o algo así?” pregunta.

Con una mentalidad mas calmada, pero igual de rechazo, Edson asegura que no son los actos de terror, las ventas de comida o tramites los que le preocupan. “A mi me da que pensar el tema de las manifestaciones, acá con tanto anti gringo que hay y eso se va a mantener tapado el transito”, asegura.

El elefante blanco y sus crías

Lo cierto es que estos vecinos han visto como el sector se ha transformado, desde la llegada de el elefante blanco de Ciudad Cayalá, al que recibieron de brazos cruzados. “No sabíamos como seria y menos el tipo de afectación que le haría a nuestra movilidad”, comenta Alfredo. Sin embargo ese paquidermo blanco les trajo el payaso de pelo rojo, el pollo amarillo y una pizzería con nombre de volcán. “Hoy la vida es buena, hay donde pasear, llevar a los niños a montar bicicleta, y contra todo hemos mejorado” asegura.

Sin embargo los comentarios, luego que SOY502 diera a conocer una imagen del edificio nuevo no se hicieron esperar. Muchos reflejan el sentir de los vecinos, que por temor a perder la visa, prefieren tertuliar en los comercios del sector o postear desde perfiles irrastreables.




Mientras tanto Alfredo y sus amigos no pueden mas que ver como día a día la construcción avanza. “Esperamos que por lo menos vengan mas canchitas a pasear, y quien quita de la mano de ellas una Green card”, bromea a quien poco le da la nueva sede. 

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