La historia de Rodrigo Tot, el Goldman queqchí imagen

El Goldman Queqchí con una sentencia de la CC logró que las tierras de su comunidad fueran legalizadas.

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En la aldea Chichipate de El Estor, Izabal, donde vive, lo conocen como el segundo pastor de la iglesia evangélica Príncipe de Paz, un comerciante de ropa y el vecino que enfrentó a las poderosas empresas mineras que han operado un yacimiento de níquel en la región desde 1960.

Desde el 22 de abril, día la Tierra, es el líder indígena queqchí galardonado con el “nobel ambiental”, como también se le llama al Goldman Environmental Prize, entregado anualmente en Estados Unidos a defensores ambientales.



La lucha incansable de Rodrigo Tot para defender su tierra fue reconocida  Foto: goldmanprize.org

El campesino humilde, de voz pausada y semblante reflexivo, acaparó la atención de los medios de comunicación que no tardaron en contar que su ardua labor fue reconocida.

La lucha incansable de Rodrigo Tot en contra de las mineras se dio por los derechos de propiedad de la tierra donde habita el pueblo queqchí, que cultiva para su sustento maíz, frijol y cardamomo.

Después de pasar años con incertidumbre y sortear desalojos, una sentencia firme de la Corte de Constitucionalidad (CC) que obliga al Estado a reconocer el derecho ancestral de la tierra que ocupa su comunidad y que es codiciada por empresarios mineros, es el fruto de su esfuerzo.

El conflicto por la tierra

El Estor es el segundo municipio más grande del departamento de Izabal, tiene clima tropical y bordea el lago más grande del país.

El conflicto por la tierra en El Estor es histórico, se remonta a la época de Carlos Arana Osorio, quien otorgó una concesión por 40 años para extraer níquel a la empresa Explotaciones y Exploraciones Minerales de Izabal (Exmibal), en una extensión aproximada de 385 kilómetros cuadrados.

La decisión gubernamental fue cuestionada por la Universidad de San Carlos (Usac), que designó una comisión para investigar el caso. Sus integrantes Oscar Adolfo Mijangos López y Julio Camey Herrera, murieron en ataques armados, Alfonso Bauer Paiz, salió al exilio.

Después de 10 años de funcionamiento, la actividad minera se canceló en 1981 por el desplome en el precio del metal.

En 1985, el gobierno de Oscar Mejía Victores, por medio del Instituto Nacional de Transformación Agraria (Inta), entregó a los comunitarios títulos de propiedad provisional, por los derechos de la finca de 30 caballerías donde habitan, por la que pagaron poco más de Q32 mil a 20 años plazo.



Una sentencia firme de la CC permitió que las tierras de su comunidad fueran reconocidas por el Estado. Foto: goldmanprize.org 

El níquel resurgió en 2006, su precio mejoró y fue cuando en el gobierno de Oscar Berger se emite un nuevo permiso para que se reiniciaran operaciones y la extracción se ampliara hasta la aldea Agua Caliente, donde radican más de 60 familias, que se dedican junto con Rodrigo Tot a la agricultura.

Con eminentes desalojos en puerta, los campesinos quisieron legalizar sus propiedades que ya habían pagado al Estado y descubrieron que en los libros del Registro General de la Propiedad, faltaban las hojas donde habían sido inscritos sus terrenos.

La lucha que le valió ser galardonado

Al frente del movimiento campesino de la aldea Agua Caliente, Rodrigo Tot inicio trámites legales para demostrar que son los propietarios de la zona donde se pretendía extraer níquel y también evitar que la contaminación deje infértil la tierra que tanto respetan y cuidan.

Fue así como encontró apoyo en el Centro de Recursos para la Ley Indígena (ILRC por sus siglas en inglés), ubicado en Estados Unidos y la Defensoría Q´eqchi . Las acciones planteadas ante la CC prosperaron en 2011 al recibir una sentencia favorable considerada histórica.

El sitio web Servindi.org detalla en una nota “el gobierno incumplió con la sentencia emitida por la CC y no le dio validez, con el fin de seguir favoreciendo la industria extractiva”. 

En un comunicado el ILRC demandó “al Fondo de Tierras la entrega de los títulos de propiedad de los comunitarios”, al ministerio de Energía y Minas “dejar sin efecto los permisos otorgados sin consulta con las comunidades” y al Ministerio Público “abstenerse de ejecutar órdenes de desalojo en las tierras que ocupan comunidades indígenas que han sido reconocidas en sentencias firmes”.

El activismo de Rodrigo Tot, el Goldman queqchí, tiene como contraste, el ataque armado en contra de sus dos hijos. El mayor falleció en un supuesto asalto a un bus extraurbano, en octubre de 2012, caso que no ha sido investigado por el Ministerio Público.

A pesar de la recuperación de su otro hijo, Rodrigo Tot y su familia, se sienten amenazados y viven con temor.

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