¿Isco o Bale? un clásico lleno de polémicas imagen

El Real Madrid se enfrentó al mejor Barca de este año. Los fans del Madrid perdimos 10 años de vida en tan solo 90 minutos que se jugaron como solo los blancos saben hacerlo.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Por: Diego Villeda 

En la víspera del clásico se anunciaba que el Madrid salía con la BBC (Bale, Benzema y Cristiano), sus tres delanteros con más méritos, los indiscutibles, los de siempre. La noticia fue una sorpresa dado que Bale estaba entre algodones e Isco en un estado de forma espectacular, como lo demostró entre semana ante el Bayern. Estos factores cambiarán el curso del partido mucho antes de que este empezara…




Si, teníamos la velocidad y potencia que un jugador como Bale, entre algodones o no, representa sin embargo que perdíamos el control del medio campo, el toque y el disparo que un jugador en estado de gracia como Isco podría dar. De igual forma, el destino se encargó de enmendar y al minuto 38” salía Bale y entraba Asensio.

No puedo evitar sentirme mal por Bale, dio más esfuerzo del que podía dar y las lesiones le han dado una temporada para el olvido. ¿Fue error de Zidane? parcialmente. ¿Debemos los madridistas pedir la cabeza de Zidane? Por supuesto que no. Zidane confió en lo que Bale podía dar, pero más importante, confió en que el Madrid se jugaría ganar La Liga como un piloto se juega ganar un cuarto de milla: con velocidad.




Con esta misma idea vimos entrar a Asensio con 21 años al campo. ¿Por qué él y no Isco? La idea era la misma velocidad y presión. Zidane sabía que era un duelo que podía ganar, sin Neymar en el lado blaugrana, era un poco más sencillo ganar de esta manera que peleando la posesión del balón con uno de los equipos que mejor lo hace. No hay forma de culparlo, era un buen plan, se había logrado un gol de esta forma y el gol de Messi era totalmente inevitable, otra perla del argentino que dejaba atrás varios partidos sin ser relevante para su equipo.

El segundo tiempo empezó como el primero, el Real Madrid siendo un huracán en el área rival y buscando un gol a base de tiros a puerta que Ter Stegen repelió como pudo. La respuesta no se hizo esperar y Keylor estuvo a la altura, sacando goles a quemarropa y como se podía. Estábamos presenciando la definición de porque este es el partido más visto y más esperado del mundo. Algo que solo fue en aumento, inclusive después del gol de Rakitic.

Sin embargo, tres minutos después cambiaba el curso del partido, Ramos recibía una rigurosa tarjeta roja directa y se iba a la calle, no sin antes echarle en cara a Piqué la acción y demostrarle lo irónico que habían sido sus declaraciones sobre los árbitros en las últimas semanas. Zidane necesitaba una solución, pero antes quiso evitarse otro problema: no podía arriesgar a que Casemiro agotara la paciencia del árbitro y tener que jugar con nueve.




Estoy seguro que en este tramo final, Zidane pensó varias veces en su tercer cambio. Isco o James, situaciones diferentes las de ambos, pero recursos muy similares. Necesitaba pulmones, gol y control. Creo que por esto se decidió por James, no le daba la calidad y el pase de Isco pero le daba esa garra y gol que solo el Colombiano puede dar. No defraudo, un gol al 85” del colombiano emparejaba el clásico y mantenía al Madrid líder con un partido menos.

Un partido desgastante para ambos equipos terminó con una buena jugada colectiva del barca, la única, que culminó con un gol precioso de Messi. Era inevitable, jugábamos contra el mejor barca de este año, con diez jugadores, luego de dos partidos muy exigentes contra el Bayern.

No puedo evitar pensar que hubiera sido si Isco hubiera sido titular y Bale el revulsivo. Seguro el espectáculo no hubiera sido igual y hubiéramos tenido un partido más tosco y de mucho golpe. 

El clásico queda atrás y los fans del Madrid estamos tranquilos porque La Liga queda en nuestras manos y la Champions también, sin margen de error, con toda la defensa suspendida o lesionada y con un gol que desplomaba a los jugadores en el campo mientras su orgullo lo hacía en sus corazones. 

Pero esto es y siempre ha sido el Madrid: la lucha contra la adversidad y la victoria sobre ella. ¡Hala Madrid!

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