Ciclovía Usac, 65 mil viajes al mes sin que te falte algo imagen

Encontrás de todo, desde shucos hasta cajero automático. La usan por salud, necesidad o para llegar a tiempo a la reunion de los cuates

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Recorrer la ciclovía de la calzada Raúl Aguilar Batres (29 calle), a la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac) y viceversa es un circuito de 2 kilómetros en los que, además de hacer ejercicio, se puede encontrar desde un cajero automático hasta carretas de shucos.

La demanda de 12 mil 900 usuarios a la semana la transforman cada día en un área más comercial. En sus 3.20 metros de ancho convergen peatones, ciclistas urbanos y quienes se dedican a la economía informal.

En registros de la Municipalidad capitalina, el uso de las bicicletas se contabiliza por viajes, 65 mil 700 al mes, aproximadamente 788 mil 400 al año.

Al mejor estilo de las grandes ciudades del mundo como Nueva York (la ciudad que nunca duerme), la movilidad en ese sector de la capital no se detiene, es constante, sin importar la hora del día.

A las 05:00 de la mañana, en la Central de Mayoreo (Cenma) de buses provenientes de los llamados “municipios dormitorios” como Villa Nueva y Amatitlán, bajan decenas de personas que van a su trabajo o estudios.

Algunos, aunque ya esté lleno, a toda prisa abordan el Transmetro que pasa por El Trébol y que llega a el centro de la ciudad, eso les garantiza llegar a tiempo a sus labores, a otros que los dejen entrar al colegio o para no perder asistencia en las clases de la “U”.

A medio camino de la ruta, en la estación del Carmen, desde las 06:00 horas, las personas hacen fila en la caseta donde están disponibles las bicicletas en espera de su turno. En el extremo de la ciclovía (en la Usac) se repite la misma escena con las personas que llegan de La Reformita, zona 12 y la Avenida Petapa.

Datos de la Municipalidad capitalina dan cuenta que “los horarios con mayor afluencia de usuarios en el día son de las 06:00 a las 10:00 de la mañana y de las 16:00 a las 18:00 horas por la tarde”.

En 2010, cuando fue habilitada la ciclovía era utilizada solo por los estudiantes, el requisito para usar una bicicleta era tener carné de la “U” y quedar registrado en una base de datos electrónica. Con el auge comercial y la demanda de usuarios todo cambió.



La mayoría de usuarios de la ciclovía son jóvenes. Foto: Erick Girón

“Ahora solo das tu Documento Personal de Identificación (DPI) y listo, te dan una bici para que te movilices, a mí me queda súper, porque soy instructora en el gimnasio de la universidad y tengo que llegar temprano”, comenta Dayana Álvarez.

A las 70 bicicletas disponibles, el personal de la Municipalidad le hace servicio general cada 20 días y, dos veces al día les revisan frenos y que no estén pinchadas las llantas.

Los árboles sembrados a lo largo de la ciclovía le dan un toque ecológico, el pavimento y la señalización de sus dos carriles la hacen accesible y segura para caminar, andar en bicicleta o correr. El uso de bicicleta para transportarse es una tendencia mundial para ser amigable con el medio ambiente.



Para las mujeres usar la ciclovía es seguro. Foto: Erick Girón

The Great Trail, es la ruta más larga para usar bicicleta, en sus 24 mil kilómetros de longitud atraviesa 15 mil localidades de las ciudades más importantes de Canadá. El país es considerado como el que tiene la red de caminos recreacionales más larga del mundo.

Venta de ropa, shucos, tiendas y más…

En cada cuadra de la ciclovía se puede encontrar todo tipo de negocios. Al llegar a la Aguilar Batres hay una panadería a donde pasan “jalando su panito” todas las mañanas los que no tuvieron tiempo de desayunar. También compran una campechana, un cubilete o una empanada de manjar para la refacción de media mañana, los Policías Municipales de Tránsito (PMT).

Otro concurrido negocio, es el local donde venden panes con pollo, con frijol, con chile relleno, con jamón y para los saludables no pueden faltar los licuados de frutas o con leche descremada.

Venta de ropa, tiendas, centro de fotocopias e impresión, chicleros, cajeros automáticos, carretas de shucos, cevicherías, accesorios y reparación de teléfonos celulares, son otro tipo de negocios donde quienes transitan por la ciclovía suplen alguna necesidad.

Al igual que el comercio, los usuarios de la ciclovía son variados. Hay quienes la usan por salud como, Margarito De León, un albañil de 54 años que por indicaciones médicas tiene que hacer ejercicio todos los días.

“Tengo problemas con colesterol y triglicéridos porque me gustan muchos las carnitas y los chicharrones, uso la bicicleta cuando voy al chance y cuando regreso, me sale mejor porque no pago nada, con lo que gano no puedo pagar un gimnasio”, comenta.



En tres minutos se puede llegar a la Usac usando la ciclovía. Foto: Erick Girón

Por seguridad, los estudiantes de la Usac también son frecuentes usuarios, llevan en sus mochilas computadoras y libros. Las mujeres cargan sin ninguna pena sus bolsos y montan la bicicleta aunque usen zapato de tacón alto.

Otros, la usan para llegar a tiempo a los chupaderos de la “U”, donde no pierden tiempo para conectarse a una chava o simplemente pasan horas de tertulia con sus mejores amigos disfrutando varias tandas de litros.




Si has usado la ciclovía, ¿cómo fue tu viaje?

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