Amor, pobreza y el vestido de novia imagen

A Mayorie sus tíos le regalaron el vestido de novia con el que soñaba, ahora ella ha decidido regalarlo.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Cuando las mujeres piensan en su boda, lo primero que viene a su mente es el vestido blanco

La historia de Mayorie empezó como cualquiera, con la tradicional pedida de mano luego de varios años de relación, hasta que por fin ¡Byron le propuso matrimonio!

El inolvidable momento inició con una cena en un restaurante de comida asada en la zona 10. Mayorie pudo ver que su caballero no había llegado vestido como acostumbraba, sino más bien muy elegante y  se veía muy nervioso. De pronto él le preguntó si estaba segura de que querían pasar la vida juntos y sacó un anillo de compromiso de plata, de la bolsa de su pantalón. 

Maryorie recuerda como si hubiese sido ayer que le pidió matrimonio, un 3 de abril de 2013. Muy emocionada aceptó y con orgullo recibió el anillo de plata, ya que su novio no tenía dinero para comprarle uno de oro.




Un mes después se hizo oficial la pedida de mano, ya con el consentimiento de los papás de ambos.

Mayorie estaba muy emocionada con la boda y desde abril empezó a ver vestidos de novia, pero su presupuesto era escaso. El primer lugar a donde llegó a ver era un mercado en la zona 3.

Los vestidos de ese lugar no eran lo que ella esperaba, pero era para lo único que le alcanzaba

De pronto y casi de milagro sus tíos que viven en Estados Unidos se comunicaron con ella y como siempre había cuidado a sus abuelos, decidieron ayudarla y regalarle el vestido blanco que siempre había soñado. Mayorie fue nuevamente de tienda en tienda y llegó a un lugar donde cree que por su condición económica, la señorita que atendía el lugar la trató mal. Ella se fue muy triste del lugar.

Pero no se detuvo y siguió buscando hasta llegar a ver ese vestido con el que soñaba entrar a la iglesia

El vestido apareció en una tienda en la zona 10 y pronto se enamoró de la prenda, al probárselo dijo éste es el indicado. La tela de la falda caía vaporosamente, pero el precio sí fue una sorpresa, valía nada menos que Q8 mil.

Sus tíos aseguraron que no importaba cuánto costara, lo que más deseaban es que ella fuera feliz con lo que usara ese día y le compraron el vestido de sus sueños.

La boda ya estaba pactada para finales de noviembre de 2013, pero no contaban con un detalle que marcaría su historia…

Mayorie y Byron decidieron solicitar un préstamo para poder pagar los anillos, la boda y la fiesta. Una cantidad que los dos pudieran pagar.

Pero en julio Mayorie se quedó sin trabajo, la despidieron y fue allí donde se empezó a derrumbarse su historia de amor

Aunque la misa y parte de la fiesta ya estaban pagados aún le faltaba un lugar a donde irían a vivir y los muebles que iban a utilizar, pero dinero ya no había y trabajo tampoco, sin embargo ya tenían una deuda que pagar.

Una amiga les contó que estaban alquilando una casa ya amueblada pero el costo era de Q2 mil 500 mensuales. Ante la necesidad de no tener un lugar a dónde ir ellos aceptaron pagar esa suma.

Los meses siguieron pasando y a pocas semanas de la boda Mayorie sin trabajo y sin dinero, ya no podía pagar nada más para la ceremonia.

Hasta que su familia decidió apoyarla nuevamente con la boda.

Una tía le regaló las gaseosas, otra las bebidas alcohólicas y una más decidió que le daría la cristalería. También un amigo de su papá pagó todos los gastos de su luna de miel.




Llegó el día de la boda y Mayorie no tenía dinero ni para pagar el salón de belleza. Su hermana fue quien le compró un paquete para que la maquillaran y peinaran para el día tan esperado.

Llegó al fin el día de la boda y de la fiesta, pero a Mayorie y Byron se les había olvidado también que no tenían para pagar la discoteca y entre toda la familia lograron conseguir Q1 mil 500 y lo cancelaron.

Luego se fueron de luna de miel a un centro recreativo en Retalhuleu.

La mayoría de personas creen que el final de la historia fue la boda, pero en realidad fue allí donde empezó el verdadero calvario, la pobreza tocó a fondo el amor de Mayorie y Byron.

Los meses pasaron y una mañana de domingo, los recién casados despertaron únicamente con un banano y una sopa instantánea para comer.

Una amiga le dijo a Mayorie que “cuando faltaba el dinero, el amor salía por la ventana”, ella se negó a creerlo.

Viendo la necesidad del dinero Maryorie le propuso a Byron vender la colección de películas que tanto quería y ese día lograron juntar Q1 mil 800 quetzales para pagar la cuota del préstamo de ese mes.

De eso ya pasaron casi 3 años.

Ahora Mayorie decidió que regalaría ese vestido blanco con el que entró a la iglesia a jurar amor eterno.

Ella se lo ofreció a Jesús cuando este año estaba buscando un nuevo trabajo y dijo: “Señor si tú me concedes ese trabajo que tanto quiero, voy a regalar mi vestido de novia a alguien que lo necesite”.

Y el trabajo llegó, ahora el post del vestido que se obsequia se publicó en una página de Facebook, donde ha tenido más de 300 comentarios y al buzón de correo han ingresado más de 70 historias tristes y Mayorie eligió a una persona.

Se trata de la historia triste de una jovencita que está próxima a casarse, pero que al igual que le ocurrió a Maryorie, no tienen el dinero para comprar un vestido de novia y la boda ya está programada para noviembre.

Ahora el vestido se convierte en parte de una nueva historia, una nueva ilusión y de una nueva vida.

¿Continuará la cadena de favores entre las novias?

Todas las noticias, directamente a tu correo

Recibe todas las noticias destacadas de Relato.gt, una vez por semana, 0 spam.

¿Tienes un Relato por contar y quieres que nosotros lo hagamos por tí?

Haz click aquí
Comparte
Comparte