Tu perro podría morir por tu culpa si no eres precavido
¿Sabes que a tu perro podría darle una torcedura de intestino y morir?
Sí. En unas horas podrías perder a tu mascota si no prestas atención a los síntomas y vas de inmediato con un veterinario para tratar esa molestia que aqueja a más del 30 por ciento de caninos.
La torcedura de intestino podría bloquear el paso de sangre y presionar sus arterias, hasta hacer que tu mascota entre en shock inmediatamente.
Este es un mal grave que impide que tu perro defeque, provocando que su estómago se ensanche.
Para detectar los síntomas a tiempo debes observar su posición. Mira detenidamente si tiene la cabeza y la cola encorvadas, con las patas hacia los lados y como que quisiera estirarse; además, si está inquieto y eructando, son señales de que algo no anda bien.
Otros malestares que puede presentar es que le cuesta respirar, vomita líquido blanco, espeso, no tiene energías y su pulso es débil.
Pero, ¿quién tiene la culpa de que al perro le ocurran este tipo de emergencias? ¡Tú!, si no sabes cuidarlo adecuadamente.
Para evitar la torcedura de intestino, tienes que darle comida en dos tiempos, dividirla en menos porciones para que cuando ingiera, lo haga más lento y así entre menos aire a su estómago.
Que no coma grandes cantidades de agua, pues también podría albergar aire en su estómago y causar una torcedura de intestino.
Darle de comer a tu perro después de hacer ejercicio es un grave error, porque su corazón palpita rápidamente y al ingerir alimentos puede causar una torcedura en su aparato digestivo. Es mejor que esperes dos horas después de una actividad intensa.
Nunca mezcles comida seca con cruda, porque la primera tiene un proceso de digestión lento y el alimento crudo es más rápido, lo que le podría generar gases que se queden sin salir y motivar la torcedura.
Evita las malas costumbres en tu perro, obsérvalo más. Si ocurre este malestar y no lo llevas de inmediato con el veterinario, ten por seguro que tendrá una muerte instantánea.
Este malestar suele ocurrir en razas grandes y medianas, pero también en perros de pecho muy estrecho.
Fuente: Animal.cat, Post del Encantador de perros
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