La relación terminó, pero el sentimiento aún sigue vivo. ¿Cómo se supone que voy a olvidarlo si lo sigo amando?
El amor es incierto y es subjetivo al pensamiento de cada persona. Dicen que es la fuerza más pura del universo, también es la que más nos causa daños y dolor en la vida. El camino sigue y sé que debo hacerlo sin él, pero cuanto más trato de despejar mi mente, más regresa a mí todo lo que hemos vivido y cómo compartimos tanto tiempo y momentos que ahora solo son recuerdos.
Es un conflicto interno con el que a diario lucho. Debo superarlo porque eso no le dará ningún beneficio a mi vida. Hay mejores cosas en las que debo enfocar mi mente: cumplir mis metas personales, superarme en el ámbito profesional, valorar lo que ahora vivo y lo que aún me falta por explorar.
Me cuesta tanto dejarlo ir
Levantarme de mi cama cada mañana se volvió algo tedioso, tener que verle la cara a la gente que amaba vernos juntos, es como tocar nuevamente la herida con un algodón lleno de alcohol.
Mi rutina diaria que ya era aburrida, siempre tenía un rayito de luz cada vez que él me llamaba o me escribía. Cuando llegaba a verme de sorpresa junto con una pizza y mirábamos películas.
Esa mala maña que tenemos de escuchar música triste se me hizo hábito. Lloro hasta quedar dormida porque es como sacar todo el veneno que he guardado durante el día, es como un calmante que me anestesia el cuerpo y provoca un sueño delicioso.
Ojalá tuviera una amnesia que solo me quitara sus recuerdos, lo que fuimos y lo que juntos vivimos, pero sé que no es posible.
¿Sabes lo difícil que es borrar a una persona de tu mente?, ¿tener que fingir que jamás la conociste?
Tal vez te suene fácil, pero no lo es, requiere de mucha fuerza de voluntad para hacer todo eso posible. Lo peor del caso es que no quiero olvidarlo porque formó una parte importante en mi vida. Me cambió el pensamiento acerca de distintos temas y he aprendido muchas cosas que todavía ignoraría si no fuera por él.
Me dio los mejores momentos de la relación y uno de los peores; el día en que decidió dejarme.
¿Por qué nos cuesta tanto trabajo olvidar a alguien?
El psicólogo Nestor Braidot afirma que la memoria emocional alberga las razones conscientes y no conscientes que intervienen, por ejemplo, en el miedo que produce un perro, la aceptación o el rechazo de un lugar, la mayor o menor felicidad que una persona siente cuando viaja en tren o en avión y la mayoría de las fobias. Esta memoria es la más perdurable y la que ronda sobre nuestras decisiones, actúa de una manera inconsciente puesto que no sabemos ni aprendemos a controlarla.
Antoine Bechara es un neurobiólogo experto en las marcas que dejan las emociones en el sistema nervioso. Utiliza la expresión “conflicto cerebral” para explicar por qué, aun cuando un hombre o una mujer formen una nueva pareja, su cerebro continuará enviando información sobre la anterior, siempre y cuando se haya tratado de un amor profundo.
Un aroma, una canción, un sabor, un lugar que transitamos con nuestra ex pareja, la amígdala se ocupará de activar los marcadores somáticos, generando en el presente emociones vívidas que se experimentaron en el pasado. Todo esto nos provoca angustia que aparecen de la nada aunque haya pasado mucho tiempo del rompimiento.