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Ana Cosenza, es la primer mujer cineasta en Centroamérica. Es aventurera, con un gran corazón y de espíritu libre.

Estudió cine y televisión en Costa Rica y al regresar a Guatemala le fue difícil conseguir trabajo, porque los canales se negaban que una mujer fuera camarógrafa. Sin rendirse, Ana montó su propia productora.

“Creían que por ser mujer no iba a aguantar la cámara. No les importó mi experiencia y conocimiento, simplemente me dijeron no”.

No fue fácil, pero logró que su productora creciera. En el proceso se da cuenta que el machismo en Guatemala sigue muy arraigado. A pesar de que los clientes negociaban y cerraban trato con ella, al verla en las producciones con los camarógrafos, pensaban que, por ser hombres, eran sus jefes.

Esto nunca la detuvo y siguió adelante. El estrés del día a día, hizo que Ana pensará cambiar su ritmo de vida, así que tomó la decisión de dejar todo para viajar y conocer nuevas culturas.

Una aventura de dos mil kilómetros en Tuc Tuc, en 17 días

Un día, Ana recibe la llamada de un amigo, quien había comprado un tuc tuc para viajar. Por asuntos personales ya no pudo llevárselo y se lo regaló, con la única condición que tenía que irlo a recoger a Cancún.

Sin pensarlo dos veces, Ana se va sin contarle a su familia que iría a Cancún. Al llegar, le entregaron el tuc tuc y le dieron un par de clases para que se acostumbrara a manejarlo.

Entusiasmada por su nuevo regalo, emprende su viaje hacia Guatemala. Durante su trayectoria tiene la oportunidad de conocer otros sitios y personas. En cada lugar descubría y aprendía algo nuevo, fascinada con la aventura siguió adelante.




“Soy fotógrafa submarina y parte de esta aventura era explorar la costa maya”.

Ana estaba consciente que por ser mujer y viajar sola, debía tomar más precauciones. En la frontera de México, tuvo un susto. Diez hombres que manejaban tuc tuc se le acercaron y ella solo pensaba que se había metido en problemas. Para su sorpresa, ellos solo querían saber sobre el vehículo y la aventura que había emprendido.

“Eran diez tuctuqueros, al principio me dio miedo. Pero luego me sentí cool, ya que nos pusimos a hablar del motor, modelo y todo lo relacionado al tuc tuc”.

Al llegar a la frontera de Belice, el tuc tuc comenzó a tener problemas. La transmisión se había arruinado, y sin conocer sobre mecánica, Ana tuvo que ingeniárselas para conseguir las piezas que necesitaba cambiar.




“El tuc-tuc ya no caminaba para adelante, solo de retroceso. Me tocó llevármelo así por toda la calle principal de Belice, hacia donde me iba a hospedar. Fue chistoso porque todos me bocinaban”.

Pasaron tres días para conseguir el repuesto que necesitaba y otra odisea más para el mecánico que lo iba arreglar. La espera fue larga, pero al final logró que le repararan el tuc tuc.

“El amigo del mecánico, tenía un amigo, y ese amigo tenía otro, que me ayudó a arreglar el tuc tuc. Fue complicado conseguir quién me lo reparara”.

Ya en marcha el tuc tuc, Ana se dirigió hacia la frontera de Guatemala. No le fue fácil cruzar como en otros países, ya que fue víctima de la corrupción que se tiene en las aduanas.

“La frontera de Guatemala fue mi peor experiencia. Fue la primera vez que admití que había fallado con mis cuentas, porque no esperaba que me iban a cobrar tanto de impuestos. Se tardaron 36 horas para liberarme el tuc tuc, fue una exageración”.

Después de 36 horas, atravesó la frontera, y en compañía del paisaje pintoresco de Guatemala, continuó su camino a casa.

“Quiero atravesar nuevas fronteras con mi tuc tuc”

A Ana le gustaría hacer un viaje de Guatemala hacia Panamá, con su fiel amigo el tuc tuc. Comenzando por el Atlántico, para luego de regreso encaminarse por el Pacífico, y así conocer más sobre Centroamérica.

Por ahora, no tiene fecha para su próximo viaje en tuc tuc. Hace poco emprendió una nueva aventura por velero, el cual espera que sea un viaje de dos semanas sobre el agua.

Su proyecto es poder contar sus historias y la de otros viajeros. Por el momento, si deseas conocer más de cerca sus aventuras, debes seguirla en las redes sociales como “Piernas Largas”, y así te pueda contar sobre ellas.













Desde buscar manatíes por kayak, romper el récord de viajar en una embarcación solar en la India, hasta bucear en arrecifes, es lo que encontrarás en sus historias. Cada una te transportará a un mundo lleno de aventura y lugares que te encantará descubrir.

“Mi mayor acción feminista no fue en una protesta o una discusión. El viaje en tuc tuc desde Cancún hasta Guatemala fue una gran aventura y nunca pensé que podría representar nada más”.




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