Te atormenta solo ver ese montón de hoyos y puntos finamente juntos. No importa la superficie, los repugnas hasta que te hacen sentir náusea. No te asustes, eso es una fobia, pero ¿sabes cómo se llama?
Exacto, adivinaste si pensaste en la tripofobia.
Es el miedo o repulsión generados al mirar o al estar cerca de figuras geométricas muy juntas, especialmente hoyos pequeños y rectángulos muy pequeños.
No existe un estudio profundo para entender esta fobia en particular. Muchas personas tienden a confundir la tripofobia con dermatofobia, pero son diferentes, ¿por qué?
Entendamos lo siguiente: tripofobia es miedo a los hoyos de una gran cantidad y juntos (coloquialmente hablando) y la dermatofobia es el miedo a las enfermedades en la piel. Lo que sucede es que si buscamos tripofobia en Google nos van a salir un sinfín de imágenes con partes del cuerpo llenos de hoyos, por eso, lo confunden con la dermatofobia.
Aunque no lo crean, este mal afecta a un 25 por ciento de la población y lo puedes identificar fácilmente con googlearlo y meditar en tu reacción.
Hay muchos objetos que tienen agujeros, ¡millones de objetos!
Causas
La mayoría de fobias tienen una procedencia traumática, es decir, que se dan por algún trauma en el pasado y que es reflejado años después. Los patrones repetitivos provocan en las personas con tripofobia claros síntomas: náusea, mareo y ansiedad.
La mayoría de animales letales en la Tierra tienen patrones repetitivos de figuras geométricas; un ejemplo puede ser la cobra real o la rana punta de flecha. La tripofobia puede ser un mecanismo evolutivo natural de defensa que alerta a nuestro cerebro. Es decir, la persona siente repulsión y se pone nerviosa al observar un patrón similar al de estos peligrosos animales como si fuera una alarma para no acercarse.
Síntomas
Son muy fáciles de identificar por la simple reacción de nuestro cuerpo y los síntomas pueden ser:
-Ansiedad
-Palpitaciones
-Repulsión
-Mareo
-Hormigueo en las extremidades
-Sensación de debilidad o desmayo
-Náuseas
-Sudoración
-Temblores
Tratamientos
¡No tiene cura!
Nah, mentira. Sí se puede curar y tiene tratamientos, pero son psicológicos, poco a poco y de forma gradual, se expone al paciente a la fuente que le provoca la fobia. Se tienen diferentes formas de tratar la fobia y depende mucho también del psicólogo que consultemos.
¿Quieres saber si tienes tripofobia?
Te dejo algunas imágenes y con tu reacción, sabrás si lo padeces o no.
