Siempre he sido amante de los eventos sociales, recuerdo como mi mamá, desde que era pequeña, me pedía que la acompañara a sus compromisos con esas señoras tan elegantes y vestidas con la última moda, para que disfrutáramos estar entre chicas, grandes veladas. Nunca había revivido de tal forma ese sentimiento que tenía cuando estaba con ellas, hasta que fui invitada a Luxe and Life. Fueron 4 días llenos de color, una gastronomía espectacular y momentos inolvidables. En este evento el objetivo era “celebrar un evento de lujo y primer mundo a través de la promoción de viajes, transportes de lujo, moda, diseñadores, artista, joyas, gastronomía y licores de categoría mundial”. Pero eso no era todo, tuve la oportunidad de conocer a Carlos Vargas, fundador de Hope of Life, una fundación con más de 30 años en Zacapa, que se ha orientado a dar una oportunidad a los más necesitados y aportar de manera significativa a la educación del país. Este personaje me contagió sus ganas de transformar el futuro de Guatemala y hacer las cosas cada vez mejor.
La primera noche conocí este objetivo de Luxe and Life y ver a tantas personas reunidas por una misma causa, me quedé realmente asombrada y me ponía a pensar “qué lindo es poder unirnos y buscar cambios, todos juntos”. La noche inaugural fue algo espectacular, tuve una experiencia que no había tenido nunca. Debora Fadul, chef fundadora de Chef de Mon Coeur, sorprendió a todos los invitados con sus platillos que activaban los 5 sentidos. Debo admitir que al inicio me pareció curioso ver 3 mesas largas vacías, sin ningún adorno, conforme pasaba la noche, entendía un poco más. Debora y su equipo, con una gran pasión, pasaban colocando distintos ingredientes sobre la mesa, la idea era comerlos con las manos y activar sensaciones desconocidas ¡y vaya que lo hicieron!
Con cada uno de estos detalles, solo lograba entender que no existen momentos tan lindos como cuando ves a alguien, hacer lo que ama. Pude ver en el rostro de cada una de las personas que organizaron el evento, una emoción y sonrisas de otro planeta, y lo más lindo es que su sentir, era algo contagioso. La segunda noche no asistí, pues era dedicada a los 200 hombres más influyentes del país, entre ellos empresarios, diplomáticos y grandes personalidades. Lo cierto es que no podía esperar a que llegara el tercer día de Luxe and Life, pues semanas antes, me llegaba la noticia que había sido elegida como una de las 200 mujeres con más influencia en Guatemala y tuve el honor de dirigir el foro She is The One, donde pude aprender de cada una de esas mujeres tan increíbles, empoderadas e influyentes a través de su trabajo. Escuchaba la historia de Cristina Massanett, fundadora de Café Consciente, un espacio de trabajo inclusivo para aquellos jóvenes con capacidades especiales. También con Debora Fadul, quien hacía énfasis en utilizar productos guatemaltecos y contribuir a la economía del país. María Cecilia Díaz, quien a través de la fundadora de la MultiColor, da grandes oportunidades a las comunidades en la ciudad y el interior del país, quienes colaboran con ella elaborando cestas tejidas de plástico reciclado. Por último, Andrea Cardona, la primera mujer centroamericana y del Caribe en subir el Everest, quien compartía con nosotras el “Everest de la vida”.
Han pasado algunos días y no dejo de estar asombrada por haber escuchado cada una de las historias y conocer a mujeres que transformaron mi forma de ver la vida. En ese salón habían mujeres abusadas, mujeres sobrevivientes de enfermedades inhumanas, pero sobre todo, mucha esperanza y ganas de transformar realidades, de manera positiva.
Mis emociones, después de participar en estos eventos, fueron innegables. Me quedo con el alma llena de experiencias, personas trascendentes y mucho amor para dar a los demás.
¡Gracias, Luxe&Life 2018, por ser una plataforma que transforma vidas!