La crisis de los 30: ¡no he hecho nada con mi vida! imagen

¿Por qué le están dando valor a lo que la sociedad nos dice que deberíamos ser a los 30 y no a lo que ustedes quieren ser a esa edad?

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

En el imaginario colectivo de las personas existe la noción de que el indicador de éxito al cumplir los 30 años es el equivalente a tener una relación estable, una casa y carro propio. También, un trabajo apasionante, una carrera prometedora y quizás hasta planes para formalizar y tener hijos. Esta idea preconcebida por muchos jóvenes que han llegado a la tercera década ha motivado que la transición sea en muchos casos frustrante y desconcertante.




Hay un choque de realidad entre aquello que la sociedad nos enseña que es ser “un adulto de 30 años” y lo que en realidad sé es al llegar a esta edad. 

Sucede que aquello que nos enseñaron de chiquitos sobre ser adultos no se cumple y, gracias a ello, la crisis de los 30 años es una realidad para muchos. El caso ante esta situación, tanto para hombres como mujeres, es que se hace un necesario replanteamiento de las metas o ideales que años atrás se habían contemplado.

María Paula explica que muchos conocen que existe la crisis de los 30 años por películas, series, o artículos. No es hasta que en realidad uno se va acercando a cumplirlos que empieza a ver que es un tema serio y desestabiliza emocionalmente.

“No sentía que estaba llegando a mis 30 años como hubiese querido. Terminé una relación seria, estaba sola, mi trabajo no me apasionaba, aún vivía con mis papás y quería ganar más”, explica María Paula.




Es un claro choque de realidad vs. expectativas y es devastador. Uno espera llegar a esta edad de cierta manera y procesar que no lo estás haciendo como se esperaba es un reto a tu inteligencia y madurez emocional, asegura María Paula.

Existen muchas maneras de superar la crisis de los 30 años. María Paula y dos amigas de ella coinciden en que la mejor manera es retarte a realizar una actividad que te saque de tu zona de confort. “Yo decidí agarrar mis maletas y viajar a Chile sola. Elegí esquiar, una actividad que nunca en mi vida había hecho. Fue mágico”, comenta María Paula.




Al regresar de su viaje de Chile, María Paula tuvo un segundo golpe de realidad: habían pasado ya dos semanas desde que cumplió 30 años y su vida seguía igual. La solución fue recurrir a un experto en psicoanálisis que le ayudó a comprender y procesar lo que estaba sintiendo. Fue después de este proceso que finalmente entendió que la vida era mucho más que el carro, la casa y el marido. 

Comprendió que el valor está en cuánta alegría podía encontrar en las pequeñas cosas como la capacidad de sentir alegría por el prójimo, de agradecer por la vida de las personas que le rodean y sobre todo de disfrutar de las experiencias.




La lección anterior quedó grabada en la mente y corazón de María Paula, después de que Ximena, una amiga cercana a ella, les dejara un video después de fallecer a sus 30 años. En el mismo les pedía que cuidaran de su salud y aprovecharan cada minuto de vida que tuvieran. 

“Desde ese entonces he vivido así, aprovechando cada momento que me ha tocado vivir, sea bueno o malo. Me he olvidado que ya soy treintañera y que aún estoy terminando de construir mi vida. He decidido que no tener el carro, la casa, el marido, el trabajo no determinarán si ha valido la pena hasta ahora o no. Invito a todos aquellos que están prontos a sufrir esta crisis que se detengan un momento a pensar, ¿por qué le están dando valor a lo que la sociedad nos dice que deberíamos ser a los 30 y no a lo que ustedes quieren ser a esa edad?”, pregunta María Paula. 

Todas las noticias, directamente a tu correo

Recibe todas las noticias destacadas de Relato.gt, una vez por semana, 0 spam.

¿Tienes un Relato por contar y quieres que nosotros lo hagamos por tí?

Haz click aquí
Comparte
Comparte