El 3 de agosto, un día antes de la tercera edición del festival El Grito, los organizadores anunciaron un cambio de fecha. La razón: la reacción del público no fue como esperaban y las entradas vendidas no eran suficientes para llevar a cabo el festival de rock nacional más importante del país.
Bandas como Alux Nahual, Extinción, Elegía, AndrOmeda, Iridium, Neco Maya, Marimba Contemporánea de Guatemala, Guerreros del Metal, Antisistema, The Killer Tomato y Razones de Cambio encabezaban el lineup del festival de este año. La cita era el 4 de agosto en el Fórum Majadas, pero aunque el concierto fue reprogramado, el rechazo e inconformidad no faltó en las redes.
Muchas personas ya estaban en camino hacia la capital y habían reservado la fecha con anticipación. Las bandas también habían preparado sus montajes, ensayado y organizado el viaje. “Nosotros ya habíamos alquilado un bus para ir, íbamos armados hasta los dientes”, comentó Luis Muñoz, baterista de Elegía.
Era la primera vez que Elegía, una banda fundada en 2008 en Quetzaltenango, participaba en un evento tan grande como este. Y es que el festival es para muchas bandas emergentes e independientes la oportunidad perfecta para darse a conocer y compartir escenario con bandas de gran trayectoria en un mismo grito; “el grito del rock”.
La banda Iridium también participaría en el concierto por primera vez. “Es una oportunidad muy importante porque nos permite abrir puertas y que la gente nos escuche”, indicó Alex Marroquín, bajista de la banda.
Lo mismo sucedió con AndrOmeda, quienes veían este festival como el único evento interesado por el heavy metal y rock en el país. “Es importante para nosotros aprovechar cualquier foco de exposición para que la gente vea que hay otra opción y no las mismas bandas publicitadas por una u otra marca”, expresó Adrián Méndez, vocalista de la banda.
Poca respuesta
Las dos ediciones anteriores de El Grito contaron con 2 mil y 3 mil espectadores. En 2017, dos días antes del concierto, el 35 por ciento de las entradas ya estaba vendido. Es decir, que de 2 mil entradas disponibles, ya se habían vendido 900 boletos. Sin embargo, este año la preventa no fue tan exitosa. A dos días del festival, solo se habían vendido 160 entradas.Tenían dos opciones: continuar y esperar que el día del concierto se vendiera el resto de entradas o continuar la venta. Los organizadores decidieron posponerlo.
“La respuesta es frustrante, pero lo miramos de la mejor manera y tratamos de entender que la situación económica del país no está bien y que hay otros eventos muy cercanos a la fecha planeada”, dijo Alex. Por su parte, Méndez mencionó que “lamentablemente un evento independiente, al no recibir apoyo, puede cargar con la ruina de los organizadores”. “Comprendemos plenamente la postura de los organizadores y esperamos que los vientos sean favorables si se realiza en otra fecha”, explicó el vocalista.
Para el baterista Luis Muñoz, la razón principal por la que las entradas no se movieron fue la cercanía con conciertos de grandes empresas de bebidas alcohólicas que traen bandas a precios muy bajos. “La gente prefiere ir a pagar para ver una banda de la cual ya conocen las canciones, que tocan las mismas de siempre, a escuchar a una banda nueva”, comentó.
El músico dijo que la gente prefirió pagar mucho menos o nada por otros conciertos, a los Q250 que costaba la entrada de El Grito. Además, Muñoz opinó que el escenario está “monopolizado” y la única forma de triunfar, es tocando fuera del país.
“Las bandas nuevas estamos entre la espada y la pared. Presentamos nuestra música y la gente nos pide canciones de otras bandas”. Luis Muñoz, baterista de Elegía.
La situación del rock nacional
Mientras muchos creen que el rock está muerto, los músicos entrevistados concordaron en que lo que existe es un cambio de generaciones. “Hay chavos de unos 23 años que nunca en su vida habían escuchado a ciertas bandas, pero ya son fanáticos de las mismas canciones de siempre”, señaló Muñoz.
“Está la generación de finales del siglo y que ahora tiene capacidad de pago y la nueva generación que no vivió la revolución del rock”, mencionó Marroquín. Para el bajista, la verdadera pregunta es qué tanta capacidad de pago tiene el público que disfruta del rock y metal.
“El rock guatemalteco está más vivo que nunca, lo que ha mermado en gran medida es la asistencia del público”, relató Méndez. Para AndrOmeda, lo más importante es mantenerse fieles a lo que les gusta hacer y esperar que todo cambie. “Hay que esperar que los vientos soplen a favor en determinado momento, que la gente vuelva a apreciar música con contenido y no solo ‘punchi pum pum baby’”, agregó Méndez.
El futuro
Elegía se prepara para grandes conciertos en México y Los Ángeles, Estados Unidos para continuar promocionando su álbum Morir en Vida. Mientras que Iridium tiene como meta principal para este año, terminar su EP Seducción Armónica, así como una serie de conciertos en el país. AndrOmeda continúa promocionando su más reciente álbum Cósmico Momento con la producción de videos de los sencillos.
Por ahora, los amantes del rock deben continuar esperando noticias sobre El Grito, ya que no se ha anunciado la nueva fecha para el concierto más grande para las bandas emergentes. Las entradas están a la venta en Todoticket.
No olvides visitar las redes sociales de las bandas para enterarte de los próximos toques. ¡Llegó el momento de apoyar el rock nacional!