Doña Paulina quiere regalar a sus perros antes que se acabe el mundo imagen

Se ha dedicado a cuidarlos, pero ya está cansada por su edad. Ella dice que el fin del mundo está cerca y antes que pase eso, quiere dar a sus perritos a quien los ame igual.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Doña Paulina quiere regalar a sus perros antes que se acabe el mundo







Ella es doña Paulina y vive con 15 perros.

A sus 65 años de edad comparte el pequeño cuarto de lámina y piso de tierra donde vive, con al menos 15 caninos a quienes quiere como si fueran los hijos que nunca tuvo.

Paulina está enferma de la piel y los huesos y es una mujer muy pobre, pero aun así busca comida para algunos de los animales que han crecido a su lado.

Sus cachorros tienen entre los 2 y 4 años.




Ella tiene 25 años de vivir en ese cuarto oscuro y pequeño, pero de tener a los animales quizás unos seis dice. 

Muchos nacieron allí y quizás es por eso que no permiten que alguien ponga un pie en la entrada porque la cuidan.

Ella jamás imaginó que a su edad le tocaría que convivir con los perros que ahora consumen todo su tiempo.

Les tiene horario para dormir y darles de comer del concentrado que le regalan, porque a Paulina la edad ya no la deja trabajar.







Cuando sale a la calle o va a la iglesia los domingos, la jauría va atrás de Paulina.

“Hay veces que tengo que regresarlos amenazándolos con piedras porque hay lugares donde no pueden ir conmigo”, explica.  Aunque aclara que nunca los golpea.

En la iglesia ya saben que no pueden entrar y todos se quedan afuera. 

Paulina es ferviente devota de la religión y constantemente habla de lo cerca que está el fin del mundo.

A Paulina le da miedo que sus perros la sigan porque a uno de ellos ya lo mató un motorista y a otra de las perritas la atropellaron.




Y aunque su amor por ellos es visible, ya no puede cuidarlos como antes, “estoy vieja”, asegura y se siente cansada.

Paulina que llegó desde San Marcos muy joven, nunca se casó y vive sola, tampoco tuvo hijos, pero su edad y su enfermedad están haciendo mella en su cuerpo.

Ha pensado en darlos a quien pueda hacerse cargo y los trate con el amor que ella lo hace.

Su cuarto no se da abasto para tenerlos. Los caninos han crecido y ya no caben en ese sitio.




El zarco y la nena son algunos de ellos y no recuerda el nombre de todos ya que su memoria aunque lúcida, falla con tantos animales que viven a su lado.

Paulina quisiera irse un día de allí. 

Quizás esté cansada de vivir en esa oscuridad, en ese espacio reducido o tener que sufrir cuando se acaba el concentrado y sus animales le piden comida, quien sabe.

Ella es una anciana y las fuerzas se acaban y como dice, el fin del mundo está cerca y “quiero dar a mis perritos a quien los ame”.




Si alguien quisiera apoyarla y recoger o adoptar uno de los perritos, aunque no hay una dirección exacta, ella vive muy cerca de la pista Tinco en Mixco, a la vuelta de Banrural en un camino de tierra, el tercer predio a la izquierda.

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