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La inseguridad era continua, comer fuera de la casa era algo muy difícil. De pronto, quienes lo padecen se sienten impotentes de no poder digerir bien los alimentos y se complica más no tratar los síntomas a tiempo. 

Pocos conocen este padecimiento, pero la mayoría puede sufrir de él. La disfagia es cualquier alteración que padezca una persona para manipular el alimento. Entre los síntomas que presenta son: desnutrición, deshidratación, cambio en el tono de voz, tragar por poquito, etcétera.




“Los problemas con la disfagia son muy recurrentes, especialmente en pacientes mayores de 60 años, pero la falta de información no nos permite diagnosticarlo ni tratarlo”, dice la Licda. Liliana Mejía, terapeuta de deglución del Sanatorio El Pilar.

“Cada paciente es diferente, factores como la edad, condiciones neurológicas influyen en el tratamiento, el tiempo de rehabilitación, también depende del cuadro que el tratante posee. En Guatemala no existen datos oficiales respecto a eso, pero a nivel mundial en adultos es casi el 67 por ciento”.

El tratamiento de la disfagia puede ser por compensación: nutrir al paciente con las cantidades que pueda comer y con la consistencia adecuada. Que gane seguridad al tragar de nuevo, salga de su depresión y rehabilitación que es integrarlo de nuevo a su vida normal.

Para Renato, uno de los pacientes en tratamiento de la disfagia, era un término desconocido. “Al inicio creía que no poder tragar era producto de la cirugía que tuve en el cuello, pensé que era consecuencia de ello, sentía que un pedazo de banano era demasiado para mí, no podía ni siquiera con mi saliva”.




Los días en el hospital se hacían largos para Renato, ver botellas de agua pura sobre su mesa de noche y no poder beberlas era un calvario. Entre el dolor y la frustración quedaba la esperanza de poder recuperarse a través de la terapia y la fe.

“Son sentimientos encontrados, momentos de frustración que a veces genera la rehabilitación, recobrar la seguridad requiere disciplina. Ahora cuando como me dedico a masticar bien, es volver a la esencia de la vida y aprender a disfrutar los alimentos”.

La disfagia es desconocida para muchos, otros ni siquiera han escuchado del término y los demás ignoran sus síntomas, lo toman como algo normal, pasajero pero que poco a poco acaba con la seguridad, la autoestima de algo simple como masticar y tragar.

Test como el Eat10 son de utilidad para la detección de la disfagia.




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