Sabores, olores y colores se mezclaron con perfección para crear cócteles de clase mundial. Los bartenders lucharon para ser los mejores, los más llamativos detrás de la barra y World Class se encargó de juntar cientos de mixólogos para encontrar al mejor.
El mixólogo Eduardo Rizzo se coronó como el campeón del World Class Competition 2018. Con esta victoria representará a Guatemala en la final global de esta competencia que se celebrará en Berlín, Alemania, el próximo octubre.
Una final interactiva
Por más de 10 años, World Class Competition se ha dedicado a crear una competencia que impulse la creatividad y el sabor en las bebidas. Este año, los competidores tuvieron la oportunidad de poder asistir a diferentes talleres y seminarios con mixólogos de renombre internacional.
Con ello, los bartenders participantes lograron ampliar su gama de sabores y su reto era poner en práctica lo aprendido de manera original en cada una de las rondas. Con más 100 competidores, Vladimir González y Eduardo Rizzo de 20 y 24 años, alcanzaron la final.
El último reto, llamado Pop Up Bar consistía en interactuar con los jueces y el público con una barra individual con tragos creados por los bartenders. Con tan solo 30 minutos por turno, González y Rizzo debían explicar el proceso para crear los tragos, su inspiración y los ingredientes, además de generar un ambiente agradable como una auténtica fiesta.
Ambos concursantes debían preparar su barra y menú como si fuera su propio bar. De igual manera, los detalles eran tan importantes que se tenía que crear un sentido de barra real, en la que los participantes incluso nombraron stands como les gustaría en algún futuro como su propio bar.
Una mixología chapina
“Todas mis recetas son inspiradas en la cocina de mi abuela. Siempre que ella me preparaba un platillo era una explosión de sabores y es algo que quería plasmar en mis bebidas y en mi puesto”, comentó Rizzo sobre su participación en la final.
“Desde que estoy en la barra me enamoré de este trabajo y trato de aprender todo lo posible para mejorar los sabores. He leído y experimentado. Estoy en un 1001 noches donde tengo plena libertad de crear, lo cual me ayudó a ser mejor. Mis ingredientes no son típicos en un cóctel, pero le dan otra forma que me ha ayudado en World Class”, afirmó Rizzo.
Para los jueces, la combinación de ingredientes exóticos y la cultura guatemalteca fue suficiente para considerarlo el ganador de la competencia. “Eduardo expresó lo que vivía de pequeño con su abuela en las bebidas. Logró cosas que pocas personas pueden conseguir, combinar sabor e imaginación”, afirmó Roberto De La Fuente, chef de Clio’s.
Eduardo aún tendrá oportunidad de seguir experimentando con algunas técnicas, ya que recibirá varios cursos antes de la final global de World Class en Berlín. ¿Crees que podrá representar de gran manera a Guatemala en la final de Berlín?