Byron y el zapato de fut que se le despegó imagen

En un partido, el calzado no dio más. Así lo cuenta el futbolista de Petapa, quien recibió varios pares de zapatos después de su infortunio.

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Byron y el zapato de fut que se le despegó





“Hace dos años compré mi par de zapatos, con los cuales entrené y jugué varios partidos. Los había mandado a reparar, pero el último día del partido, se me volvieron a despegar”, narra el elemento del club Petapa.

De esta manera, el capitán del equipo de ligas mayores, San Miguel Petapa, Byron Argueta, cuenta lo que le ocurrió en el penúltimo juego que tuvo, cuando su zapato no dio más.

A este jugador, de 20 años, le ha costado sobrevivir económicamente en el equipo donde fue contratado, ya que van cuatro meses y aún no recibe el pago prometido. Argueta no tiene otro empleo, porque se dedica a tiempo completo para entrenarse y jugar.




“Yo nací en una familia donde no teníamos mucho, pero nunca nos faltó nada”, cuenta el capitán de Petapa, quien desde que tenía 6 años empezó a patear la pelota en los campos de tierra de la zona 6.

Los inicios de Argueta fueron como cualquier otro muchacho que quiere sobresalir en el deporte del balompié.

Tenía 11 años cuando vio a un montón de patojos amontonados, por lo que se acercó y se dio cuenta de que se trataba de una convocatoria para entrenar en Comunicaciones. Se vistió y se fue, sin permiso de sus padres. Desde entonces, no ha parado.




A Byron Argueta le da pena decir cuánto gana como capitán del equipo de liga mayor, Petapa, debido al impago que mantiene vigente con esa organización.

Admite que está preocupado porque su salario no solo le sirve para comprar sus implementos, sino para contribuir con el sustento de su familia, ya que su padre no gana mucho en la empresa de seguridad donde labora y ahorita es el único que aporta en la casa.

A lo anterior, agrega que no logró ingresar a la Universidad de San Carlos porque tuvo un problema familiar y eso le impidió cursar una carrera en esa casa de estudios, por lo que pensar en ir a trabajar fuera de las canchas no está en sus planes.




“Yo no podía comprarme un par de zapatos, por eso decidí mandarlos a pegar; lamentablemente, en el último momento ya no aguantaron y se me despegaron”, resalta.

“En realidad, el zapato izquierdo naranja fue el que se despegó; imagino que su tiempo de vida útil había vencido. Yo lo compré hace dos años, por Q500, y era el único par que tenía”, asegura Argueta.

La noticia de que el jugador se había quedado sin zapatos para jugar, hizo que algunos fans le regalaran un par para sus entrenos y partidos, como un gesto de solidaridad.







El capitán de la Selección Nacional, José Manuel Contreras, también le obsequió un par al jugador de Petapa.

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